Espacio libre

Versione Completa   Stampa   Cerca   Utenti   Iscriviti     Condividi : FacebookTwitter
Pagine: [1], 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
@Nessuna@
00martedì 31 gennaio 2006 02:20
este espacio és para que escriban lo que quieran, aún que no sea en español. Pués me parece que muchos entran y no escriben, porque no dominan este idioma.
También queria agradecer aquellos quienes dejarón mensajes.
Escriban, lo que quieran, pero escriban, sino me siento, un tanto solitaria.

@Nessuna@
00mercoledì 8 febbraio 2006 05:04
Ya que nadie escribió en este espacio, resolví usarlo para articullos, poesias, comentarios sobre los más variados temas y pasajes o citaciones de libros.
@Nessuna@
00mercoledì 8 febbraio 2006 05:06
El Diurnal de JAI

La imagen del día es, junto con la quema de banderas de países europeos por el fanatismo islámico, la de la primera mujer a la que se le ha hecho un trasplante de cara después de que esta le hubiese quedado totalmente destrozada. No es que su rostro haya quedado perfecto pero, en palabras de ella misma, ahora puede mirarse al espejo sin sufrir por ver el terrible aspecto en que había quedado. Los avances de la medicina y de la técnica quirúrgica facilitan este tipo de alivio para todo lo que significa vivir con dignidad, sin sufrimientos y cada vez más felices. A raíz de esta imagen del rostro recompuesto y en la sala de espera de un hospital, lugar muy dado a las confidencias y a la sinceridad de los espíritus temerosos ante gastroscopias, biopsias y demás pruebas médicas que uno no desea a nadie, se comentaba ayer con la tristeza que proviene de la enfermedad. “Hay males del alma que no se arreglan con cirugía”. Pero hay muchos que sabemos que, aunque no sea algo muy popular, hay también una cirugía para el espíritu, para el alma, que deberíamos de practicar con mas asiduidad.
Cuando sentimos nuestro espíritu destrozado y nos da miedo descubrirnos en nuestras miserias y limitaciones, cuando necesitamos recomponer las ilusiones y esperanzas perdidas o recuperar la paz y la convivencia rota, los católicos sabemos que contamos con una cirugía del espíritu que, además, es capaz de vencer al pecado y hacernos sentir la alegría de sabernos amados y salvados por Dios. Una cirugía espiritual que también llamamos sacramento de la penitencia y que no podemos reducir sólo al momento de la confesión con el sacerdote sino que tiene un antes y un después que configuran todo el proceso interior de la conversión.
Que en muchas ocasiones la Penitencia se reduzca a algo mecánico y funcionarial, que se puedan cometer abusos por parte de confesores desequilibrados o que no formemos de forma adecuada en su práctica o desconcertemos a los fieles con la validez o licitud de diversos modelos de celebración, no invalida el gran valor que el sacramento tiene en sí mismo y por encima de la capacidad, la disposición o el estado de gracia de quien, como mero intermediario, lo celebra.
Si el pecado, en todas sus múltiples formas, nos descompone, nos rompe por dentro, deforma el rostro de nuestro espíritu, es la penitencia, como símbolo central de todo el proceso de conversión, la que ayuda a reconstruir el edificio de nuestro interior donde se albergan las convicciones, los afectos, el ánimo y la capacidad para amar y ser amado.
Si la cirugía es capaz de devolvernos un rostro nuevo para que podamos mirarnos al espejo sin entristecernos la Penitencia hace que, sin avergonzarnos, podamos reconocernos tal cual somos y así comenzar a superar todo aquello que nos aleja de la salvación sabiendo además que en las cosas del espíritu Dios, que nos ama y desea lo mejor para nosotros, es siempre el mejor de los cirujanos.

“Ya es hora de despertaros del sueño. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad”. (Rm 13, 11-13)
@Nessuna@
00mercoledì 8 febbraio 2006 07:02
A ti te hiere aquel que quiso hacerme daño,
y el golpe del veneno contra mí dirigido
como por una red pasa entre mis trabajos
y en ti deja una mancha de óxido y desvelo.

No quiero ver, amor, en la luna florida
de tu frente cruzar el odio que me acecha.
No quiero que en tu sueño deje el rencor ajeno
olvidada su inútil corona de cuchillos.

Donde voy van detrás de mí pasos amargos,
donde río una mueca de horror copia mi cara,
donde canto la envidia maldice, ríe y roe.

Y es ésa, amor, la sombra que la vida me ha dado:
es un traje vacío que me sigue cojeando
como un espantapájaros de sonrisa sangrienta.



Pablo Neruda, 1959



@Nessuna@
00mercoledì 8 febbraio 2006 07:30
Idea del Bien

La Idea del Bien es la entidad más importante de todas las entidades que pueblan el Mundo Inteligible.

El rango y funciones que Platón le otorga en su filosofía es tal que muchos autores la han identificado con Dios. Este filósofo creyó que la Idea del Bien tiene dos papeles fundamentales:

crea las Ideas y el Mundo Sensible;

da inteligibilidad o racionalidad a las ideas y al mundo Sensible.

La consecuencia de ello es que todas las cosas ?y mucho más el hombre? aspiran de un modo u otro al Bien. La filosofía es precisamente expresión del afán por la comprensión definitiva de dicha idea ("la ascensión al ser", dice Platón).
En el mito de la caverna la Idea del Bien se representa con la metáfora del Sol.
@Nessuna@
00giovedì 9 febbraio 2006 07:26
Historia del gnosticismo
Tres puntos polarizan la gnosis tomada en sentido religioso: conocimiento, revelación y salvación.


Historia del gnosticismo

Tres puntos polarizan la gnosis tomada en sentido religioso: conocimiento, revelación y salvación, susceptibles de múltiples interpretaciones, tanto en sí mismos, como en su interdependencia. La cuestión es eterna, pero el abigarrado mundo sincretista de los primeros siglos en los que se inició la historia de la Iglesia resultó un especial caldo de cultivo para transposiciones y subproductos de la gnosis ortodoxa.


1.Introducción y antecedentes

Aunque se habla de gnosis cristiana ortodoxa y así lo hace ya S. Ireneo, es cierto que el gnosticismo en sentido estricto significa una corriente de espiritualidad e incluso una religión extracristiana o, cuando menos, heterodoxa. Está fuera de duda la existencia de una corriente de espiritualidad semejante, con anterioridad a la predicación del Evangelio y distinta también de las Religiones de Misterios. El Poimandres, incluido en el s. III d. C. en el Corpus Hermeticum es, según Reitzenstein (Studien zum Antiken Synkretismus, Leipzig-Berlín 1926, 29-33), el primer documento estrictamente gnóstico no cristiano anterior a la predicación apostólica. Hacia el s. I a. C. pululan una serie de sectas influidas por la religiosidad irania y fundadas por poetas de carácter profético, el más tepresentativo de los cuales es Alejandro de Abotoneikos (cfr. Filón, De spec. leg., I,315-323); los miembros de la secta se denominan kátharoi (puros) y ágnoi (devotos) (cfr. Filón, De emigr. Abrah. 89-90), y pretendían vivir como puros espíritus (pneumátikoi) entregados a una devoción puramente personal e intimista con ideas firmes y claras acerca de la inmortalidad personal, fundada en la pre-existencia del alma predestinada, y en un Pléróma trascendente, del cual se habría desprendido como una chispa (spínther) caída e impurificada en el cosmos material.

Según su origen, distingue fundamentalmente la antropología gnóstica tres razas de hombres: los espirituales por naturaleza (que acabamos de citar), los materiales (hylikoi) que son irredimibles, y los animales (psykhikoi) que a base de esfuerzo ético pueden obtener una salvación incompleta, quedando en el tópos (lugar intermedio) sin acceso al Pléroma propiamente dicho. Incluso los espirituales no se salvan totalmente, sino sólo su spínther del Pléróma puede volver a él, habiéndose despojado de su alma psíquica (Ireneo, Adv. Haer., 1,7,1). Así estas tres razas de hombres apenas tienen algo de común, e incluso las dos inferiores tienen menos realidad, ya que ésta consiste en la impronta (egmageion) de la esfera ideal sobre la sombra de la vida animal y material; la idea arquetípica que mediante el spínther se encarna en la materia es el Anthrópos, el hombre primordial cósmico, o la Sophía, según las sectas.

En consecuencia la perfección gnóstica consiste en tomar conciencia del origen trascendente y arquetípico del alma pneumática, con lo cual desaparece todo temor, ya que el spínther está predestinado por naturaleza (no por gracia) a retornar tarde o temprano al Pléroma, para celebrar allí la unión esponsalicia (syzygía) con su consorte angélico, homologando así las nupcias eternas de Anthrópos y Ekklesía. Para ser capaz de estas nupcias ha de ir madurando el spínther que hay en el hombre; mas ello no se logra mediante obras, sino mediante una toma de conciencia cada vez más profunda (gnósis) de su verdadera naturaleza pneumática. Algunos maestros gnósticos, como Satornil, declaraban impuros el matrimonio y la procreación (rasgo común a los maniqueos, los cátaros, y demás sectas espiritualistas medievales) por contribuir a encadenar almas puras en la materia.

La gnósis propiamente dicha difería de la fe o pístis; en las doctrinas de Valentín y de Basílides se da una fe ciega o adhesión firme a las enseñanzas de la secta, que es el punto de partida indispensable para la gnosis, pero además existe otra fe ruda (psilé) necesitada de pruebas y de milagros por carecer de la connaturalidad con el Pléróma, y que es imperfecta y propia de los psíquicos. La experiencia de la gnósis es un conocimiento intuitivo e iluminativo (sophía) que descubre la verdadera naturaleza trascendente del fiel y la hace madurar (mórphósis) para el Pléroma, pues mediante esta sophía (sabiduría) se va asimilando a la Sophía personal de arriba.

En las sectas de carácter popular, como eran las de Roma del s. III: Barbeliotas, Carpocratianos, Ofitas de Celso, Nicolaítas, Sethianos, Severianos, Arcónticos, etc. y en el grupo copto, los ritos que existían ya en la gnosis desde un principio (p. ej., bajo forma de banquete, etc., pero que eran considerados de poca importancia para la maduración gnóstica), van desplazando a la gnósis hasta convertirse en una magia soteriológica de carácter esotérico.

Algunas concepciones de base, la ascética y la jerarquía pueden conducir a una identificación de la gnosis con el maniqueísmo y diversas sectas medievales, sin embargo, en ningún caso sería exacta la identificación. El maniqueísmo recoge ciertamente elementos de las sectas gnósticas dispersos por el Asia anterior, así como del mitraísmo iranio; su doctrina es esencialmente ecléctica, pero como fenómeno historicorreligioso constituye una unidad histórica irreductible e idéntica a sí misma, que tampoco puede considerarse prolongada por las sectas de los cátaros, bogomilas y patarinos. Su rasgo más personal es el mimetismo que hace de él un movimiento proteico perfectamente adaptable a cuantas áreas culturales se extendía, desde la península Ibérica (se pretende que Prisciliano, y su grupo han dependido del movimiento maniqueo) hasta el Asia central y el Extremo Oriente (descubrimientos en Turfan) pasando por el norte de África, los Balcanes y Armenia. Su culto sencillo, su tendencia igualitaria, su moralidad no excesivamente exigente, su teoría de las reencarnaciones y su dualismo para explicar el problema del mal de modo convincente para la mentalidad popular, hacían del maniqueísmo la religión ideal de zonas religiosamente inestables y de pueblos vagamente cristianizados.

2. Primeros gnósticos

A causa de la escasez de datos y fuentes directas sobre los primeros jefes de sectas gnósticas, y de la desconfianza sembrada por De Faye (cfr. Gnostiques et gnosticisme, 2 ed. París 1925) y por la escuela de Tubinga hacia los informes procedentes de los Padres, resulta difícil concretar algo. Hegesipo menciona en su catálogo las herejías de Cleobio, de Dositeo relacionado con Simón en Palestina, de Gorfeo y de Masboteo (cfr. Eusebio, Hist. Eccl. IV,22,5). Orígenes en Contra Celsum (1,57) confirma la existencia de Dositeo. Pero de estos gnósticos no son conocidas sus doctrinas o sistemas.

Justino (VI,19; 256,1) testifica la existencia histórica de Menandro en Samaría relacionado también con Simón, y conoce a otros gnósticos dependientes de él. También nos informa de la existencia de Satornil, que habría fundado una secta a mediados del s. II. Cerinto figura en el Adversus Haereses de S. Ireneo, en los Philosophoneuma de Hipólito y en el Dialogus de Cayo, a quien él atribuye una concepción escatológica plagada de reminiscencias materialistas procedentes de las apocalipsis judías. Finalmente, Cerdón habría vivido en tiempos de S. Higinio, según una buena tradición romana recogida por Ireneo (o. c. 1,27,1; III,4,2) y habría sido maestro de Marción; parece ser que a él se debe por lo menos la concepción del doble dios inspirador respectivamente del Antiguo y del N. T., fundamento de la doctrina de Marción que no fue un gnóstico sino un racionalista.

Los testimonios concordes de los contemporáneos de Marción le hacen proceder de Sínope del Ponto y de una familia de armadores. Harnack data su nacimiento en el a. 85, hijo de un obispo cristiano. En tiempos de Antonino Pío llega a Roma, no se sabe si ya cristiano o si hubo de bautizarse en la Urbe, como un pasaje del Adv. Marcionem (IV,4,3) de Tertuliano parece darlo a entender. De todos modos los armadores de Sínope debían de tener un conocimiento profundo del judaísmo que florecía en los puertos del Ponto y que hubo de influir negativamente en el ánimo de Marción desde antes de su conversión. Es cuestión todavía controvertida la del influjo que sobre él haya ejercido Cerdón, gnóstico de la línea de Satornil. Según la tradición marcionita la ruptura entre Marción y la Iglesia habría ocurrido el 21 jul. 144, poco después del comienzo del año séptimo del emperador Antonio. La secta nacida de esta ruptura todavía ofrecerá resistencia activa a la ortodoxia en el imperio bizantino. Marción no fue ciertamente un gnóstico, como se pensó en algún tiempo, cuando los gnósticos no eran todavía bien conocidos; aunque pretendió integrar en la fe de la Iglesia algunos elementos gnósticos y se halló poderosamente influido por su clima ideológico, presenta un temperamento y estilo moral diversos. El fundamento de toda la doctrina de Marción está en dos principios: la malicia esencial de la materia y la existencia de un verdadero Dios desconocido y foráneo, el Dios revelado en el N. T., pura expresión de la bondad sin mezcla y opuesto al Dios del A. T.; es decir, dualismo seguido de un rigorismo ascético enfocado al mínimo uso de las cosas creadas y materiales.

En el curso del s. II las incertidumbres desaparecen, y repentinamente nos hallamos ante un multiforme despliegue de sectas y de sistemas, a la cabeza de los cuales figuran dos grandes jefes, verdaderos pensadores de cierta altura: se trata de Basílides y de Valentín.

3. Basílides

Aparece como jefe de secta en tiempos de los emperadores Adriano y Antonino Pío; su doctrina es continuada por su hijo Isidoro en las Ethiká. La mejor fuente para Basílides son los Stromata de S. Clemente de Alejandría (v.; ed. Stáhlin en G.C.S., Leipzig 1905-09; vol. IV, 1934), sobre todo el II, III, IV, V y VII. Parte Basílides de un problema de orden moral y racional, el del sufrimiento de los inocentes; ninguna perspectiva soteriológica o escatológica le ayuda a encajar el mal físico (su racionalismo inmanentista es semejante al de La Peste de Camus). A diferencia de Marción no busca la solución en un desdoblamiento de la divinidad, sino en la localización de un misterio de iniquidad en el fondo de cada hombre, aun de los inocentes. Para explicarlo no recurre Basílides al mito de una caída prenatal, sino a la concepción más abstracta de una culpa virtual e interpretativa: el hecho de que el hombre sea capaz de pecado, merece ya por sí mismo castigo. Clemente le atribuye una moral rigorista (cfr. Stromata, IV,24,153), según la cual Dios no perdona ninguna falta deliberada.

El Dios de Basílides no es; según Apuleyo trasciende todas las categorías del ser, como en los neoplatónicos, pero entre sus atributos la bondad y la justicia, que eclipsan a todos los demás, resultan demasiado semejantes a la bondad y a la justicia terrenas, pues siempre que permiten un mal han de obedecer a un motivo, y a un motivo punitivo, que consiste en la disposición próxima al pecado que cada hombre tiene: tò hamartematikón.

Pretendía superar a la vez las limitaciones de la filosofía y de la fe cristiana y obtener un conocimiento más cálido y sapiencial que el de la filosofía estoica ,y más esotérico y misterioso que el de la sobria fe cristiana (éste es un rasgo común a todas las escuelas gnósticas); concibe una pístis physiké o fe natural (cfr. Strom. 11, 3,10) que consiste en la predisposición natural a las enseñanzas de la secta en los predestinados, gracias a la cual éstas son admitidas sin necesidad de demostración racional. Su doctrina estaba contenida literariamente en las Exegetiká que eran unos comentarios a los Evangelios que también Ireneo, Hipólito y Orígenes conocían a fondo.

En su hijo Isidoro la culpabilidad se concreta, mas para ello ha de abandonar el plano abstracto y concebir una entidad, procedente tal vez de las concepciones religiosas de Siria y del Irán: el alma adventicia (Perì prosphyoús phychés se titula precisamente otro tratado de Isidoro extractado en los Stromata). El y Basílides pretendían deducir de S. Pablo, y de S. Mateo (19,10-12), que el matrimonio era un mal menor, falseando así la doctrina evangélica. Sin embargo, Basílides e Isidoro, los más sensatos entre los gnósticos, parecen haber observado que el temor excesivo a las caídas resultaba perjudicial y que la lucha angustiosa por la pureza sexual absorbía las energías y secaba la esperanza. Por ello aconseja Isidoro el matrimonio en casos extremos, y de no ser éste posible por excesiva juventud, enfermedad o pobreza, recomienda evitar el aislamiento, buscar la compañía de los hermanos y el consejo y la imposición de manos de algún hermano cualificado (un rito semejante a la absolución penitencial). Como fundamento de su moral sexual pone Isidoro esta notable observación: lo sexual no es una necesidad absoluta (Stromata, III,1,1-3).

Valentín parece haber llenado toda la primera mitad del s. II; su discípulo Heracleón aparece ya citado en el Syntagma de Hipólito a fines del siglo, y cuyo influjo debió de comenzar en el 155. La Epístola a Flora, de su otro discípulo Ptolomeo, parece datar según Harnack (que la publica con aparato crítico en sus Kleine Texte, 1894) del 160; o sea que para estas fechas ya estaba formada y madura la escuela de Valentín, del cual se conservan cartas, sermones y fragmentos diversos en los Stromata, mientras que de su escuela la carta de Ptolomeo a Flora la ha conservado Epifanio, los fragmentos de Heracleón, Orígenes, y los extractos de Teodoto, Clemente de Alejandría. Noticias de la secta nos dan el Adversus Haereses de S. Ireneo (hacia el 180), los Philosophoumena de Hipólito (hacia el 225) y el Adversus Valentinianum de Tertuliano (hacia el 210); también hay una alusión en la Enéada IX de Plotino, en el Pseudotertuliano, en Filastro y en Teodoreto.

También Valentín aparece obsesionado con el problema del mal, bajo la forma exclusivamente de pecado, pero es menos abstracto que Basílides y lo explica en forma de mito como contaminación del espíritu por la materia. Aunque de un modo estilizado, por el cual se libran Valentín y su escuela de caer en el barroquismo mitológico y ocultista de las demás sectas gnósticas, se diferencia su sistema del racionalista de Basílides por la amplia acogida que hace a las entidades intermedias y eónicas entre Dios y los humanos. La secta se divide en dos ramas, la ítala y la anatolia. Sus doctrinas son una mezcla del A. T. y N. T. con categorías y leyendas indias, iranias, alejandrinas y griegas.

4. Severianos

A lo largo del s. III se convierte Roma en el centro de confluencia y de fusión sincrética de todas las sectas que van dando cada vez mayor entrada a formas de culto aberrantes. Así, p. ej., los Severianos influidos en sus orígenes por el marcionismo y el encratismo de Taciano, maestro de su fundador Severo, profesan en sus comienzos una moral rigorista y una gran sobriedad doctrinal a base de una Biblia compuesta por la Ley, los Profetas y los Evangelios, rechazando las narraciones del A. T., los Hechos y las Epístolas; pero acaban por centrarse en torno al culto de la Serpiente, en un mundo constituido por potencias arcónticas; la Serpiente en una unión (hierogamia) con la Tierra, engendra a la Mujer y a la Vid, fuentes de todo mal. Podría tratarse sin dificultad de la doctrina de las sectas Nicolaíta, Ophita, Barbeliota o Perata.

En la segunda mitad del s. III el foco de pensamiento gnóstico más creador no se halla en Roma sino en Egipto y en lengua copta, pero notablemente barroquizado y contagiado de magia; sus fuentes principales son los Libros de Jeú y la Pístis Sophía. Después el movimiento se extingue.

5. Concomitancias gnósticas

Muy diversos movimientos son a veces comparados con el gnosticismo, aunque no son gnósticos.

Ya se ha mencionado el maniqueísmo, que tiene su origen en Manés, nacido en Mardini, aldea cerca de Bagdad, entre el 215 y el 216, de padre religiosamente ecléctico natural de Hamadán y de madre de la familia real de los Arsácidas. En Babilonia, donde se habían trasladado sus padres, se presenta en público, cumplidos ya los 20 años, como profeta el día de la coronación de Sapor I, el 20 mar. 242. Su predicación parece haber gozado en un principio del favor popular e incluso del oficial, hasta que el parsismo obtiene su destierro, que iba a lanzar a Manés a una serie de viajes durante 20 años por todo el Oriente que le van a servir para difundir su doctrina y asimilar al mismo tiempo elementos culturales y religiosos de la India, Kurasan, Turquestán y Tibet. Muerto Sapor I goza en su país de las simpatías de Hormisdas 1 (271-272) hasta que, muerto éste, Baharam I decreta su pena capital por instigación del clero zoroástrico.

Como ya se ha dicho, el maniqueísmo no se puede confundir con el gnosticismo aunque presenta ciertas semejanzas. Así, S. Efrén (m. 373), que conoció a fondo la vida intelectual siria, afirma que la doctrina de Manés es «una reproducción fantaseada de las ideas del filósofo herético Bardesanes y el clérigo apóstata Marción». El mismo Manés reconoce como sus precursores en la revelación de la verdad a Zoroastro, Buda y Jesús, cuya obra habría venido él a consumar. Su sistema está basado en un dualismo bastante estricto: luz y tinieblas, igual a bien y mal, de cuya mezcla nace el mundo presente, con una mitología complicada. Su secta, que llegó a extenderse también por Occidente (S. Agustín, fue durante un tiempo maniqueo), tenía dos clases distintas de adeptos: los electos y los oyentes. Mediante el rigor ascético, vivido institucionalmente, los electos se van purificando físicamente de la materia y llenando de partículas de luz (abstención de todo alimento animal, el vino, la propiedad, el matrimonio, con vida itinerante sin más provisiones que las del día, etc.; rigorismo, que según testimonios de la época, generalmente no vivían en su vida privada); los electos se dividían en cuatro órdenes jerárquicos según distintas funciones que son poco conocidas. Los oyentes eran irredimibles, no están decididos a abstenerse de la contaminación de la materia; han de esperar a otra existencia para encarnarse en electos y ser incorporados al reino de la luz; mientras, han de vivir algunos mandamientos. Hasta el s. XVll constituyó esta secta una religiosidad popular extendida entre la mentalidad de pastores y mercaderes del Asia Central, que unía la superficialidad con intenso lirismo religioso y que producía la ilusión de una teofanía de luz tras las manifestaciones más cotidianas de la vida.

Respecto a Prisciliano, al que también ya se ha mencionado, no se sabe de sus orígenes; fue obispo de Ávila, y ejecutado por el emperador Máximo en Tréveris en el 385. No es seguro si fue ganado ya en su juventud a la secta de los electos (muy probablemente maniquea) procedente del Oriente. Hartberger (Priscillianea, Friburgo 1916, tesis inédita, 22,28,45) demuestra su dualismo y su astrología maniquea. Düllinger, Schepss y Künstle han mantenido su dependencia del maniqueísmo; mientras que Harnack Schaeder, Alphandéry y Lortz le consideran un mero rigorista que, como Marción, interpreta libremente y con criterios personales, racionalistas, las Escrituras, admitiendo más libros inspirados que los que constan en el Canon. Sus prescripciones morales acerca de la pureza y abstinencia de los elegidos son análogas a las de Manés.

Ideas dualistas, y algunos elementos de gnosticismo, se encuentran también, posteriormente, en diversos movimientos heréticos que se extienden hasta la Edad Media. Ya se han mencionado algunos: BOGOMILAS; CÁTAROS; ALBIGENSES; VALDENSES; BEGUINAS Y BEGARDOS; POBRES LOMBARDOS).

6. ¿Gnosticismo cristiano?

Algunos pensadores y jefes de secta gnósticos que hemos tratado se profesaban cristianos, por eso muchos autores le denominan gnosis cristiana, distinguiéndola de la pagana, atestiguada por el Poimandres del Corpus Hermeticum y por Filón de Alejandría (De specialibus legibus, 1,315-323) que cita como jefe de secta a Alejandro de Abotoneikos. De una gnósis judía parecen hallarse alusiones en la segunda Epístola de S. Pablo a los tesalonicenses (2,7-8), según Friedlánder que identifica el «misterio de iniquidad» con la Minuth o doctrina esotérica de carácter gnóstico. La impresión de haber existido en Palestina una fuerte corriente de este tipo con abandono de la ortodoxia sacerdotal y con antropología dualista se ha confirmado con los descubrimientos de Qumrán (cfr. Die Texte aus Qumran, en hebreo y alemán, ed. Lohse, Darmstadt 1964).

San Ireneo, en el Adversus Haereses, no condena inapelablemente el concepto mismo de gnósis, que puede ser entendida como una verdadera ciencia de Dios (11,39) que trata de profundizar en sus misterios, y el origen del mal lo explica a partir de la libertad humana y de la variedad de seres y de fuerzas cósmicas que, consideradas aisladamente, se oponen, pero que conjuntamente contribuyen a la armonía del todo. En esta concepción de gnosis ortodoxamente cristiana se halla ya el germen de la reflexión filosófica acerca de la fe que iba a desarrollar la escuela de Alejandría y, más tarde, la Edad Media y los siglos posteriores; pero es claro que esta reflexión de Ireneo no es una gnósis, en el sentido propuesto por Basílides y Valentín, de superación de la fe por la visión y la vivencia de ser portadores de emanaciones de la sustancia divina o Pléroma.

También para Clemente de Alejandría (n. en Atenas, el 150), hay una gnosis cristiana, y el verdadero objeto de la fe es precisamente la gnosis (Stromata, II,11), y ello le inspira tanto su método de exégesis alegórica en las Hyptypóseis, como su Protreptikós o exhortación a los paganos a aceptar y conocer gnósticamente los misterios del Logos que llama a todos los hombres, y su Paidagogós o introducción a la «verdadera filosofía divina». Sólo que esta gnósis se reduce a una reflexión científica, noética de los contenidos de la verdadera «filosofía» que es el cristianismo. Más que gnosis debería llamarse noésis, pues presenta un marcado carácter intelectual y moral que se despliega en caridad (agapé) y en contemplación (theoria), bajo la acción de la gracia (Camelot, Foi et gnosis, París 1945).

Orígenes (ca. 183-254) continúa la obra de Clemente y la supera. En el prefacio del Peri Arkhon expone su método y su intención científica: Se trata de constituir un cuerpo de doctrina coherente y fundado a partir de los contenidos de la Revelación pero sirviéndose de la razón cuanto sea necesario, ya para establecer bases filosóficas, ya para examinar, analizar, deducir, probar y descubrir analogías naturales. El fundamento de la doctrina mística de Orígenes es la concepción de Filón en su Comentario alegórico de las leyes santas (ed. Bréhier, 23-24) a los dos primeros cap. del Génesis, según el cual hubo una doble creación del hombre, uno celeste e inmaterial y otro terrestre y corpóreo.

Orígenes estaba tan lejos de profesar el dualismo antropológico de los gnósticos (verdadero fundamento del concepto de gnosis) que aun aceptando la concepción filónica interioriza a estos «dos hombres» y los unifica en el individuo humano: uno es el hombre interior, que se renueva cada día y que es capaz de gracia, de contemplación y de caridad y el otro es el hombre psíquico y sensorial que se debilita y se corrompe; a esta dualidad dentro del hombre corresponden dos inteligencias, psihké y noús y dos clases de amor, eros y agapé respectivamente (cfr. A. Nygren, Eros et Agapé, París 1944). En la obra Homilías in Numeros (XXVII), Orígenes establece la primera «escala» de grados de purificación mística en la historia del pensamiento cristiano. En la última etapa, el alma está en diálogo abierto con el Esposo (Dios), le ve, le oye, le huele, le toca y le habla, y esta vivencia constituye la verdadera gnosis (cfr. Homilías sobre el Cantar de los Cantares).

No cabe duda que este concepto de gnosis como experiencia mística, supera el concepto noético de Clemente, en lo que tiene de vivencia y se acerca algo al concepto de Valentín y del Poimandres; en este caso sólo Orígenes podría ser conceptuado como verdadero gnóstico cristiano, mas entonces también todos los místicos lo serían. La discriminación entre gnosis y experiencia mística no ha de fundarse tanto en el momento vivencial cuanto en el contenido de la experiencia, y éste difiere radicalmente en Orígenes, y en los místicos, del contenido de la gnosis propiamente dicha de Basílides, de Valentín y de las más sectas, que implica siempre un parentesco emanatístico y sustancial con el Pléróma divino.

Dadas esas diferencia, radicales nos parece que la expresión «gnosis cristiana» resulta equívoca, y que, sobre todo el término gnosticismo, debe reservarse a las sectas antes mencionadas.

En tiempos recientes el gnosticismo ha suscitado gran interés. Se han señalado diversas herejías o errores modernos como nuevas formas de gnosticismo (p. ej., J. Böhme, Hegel, el modernismo teológico, e incluso, en otro sentido, el marxismo). De hecho, con frecuencia la no aceptación plena de la Revelación por la fe, con los intentos de «humanizarla» y dar una demostración racional de todas las verdades o misterios que sólo se conocen por Revelación, produce, bajo la guía de modas o gustos personales, la aparición de unas «élites» intelectuales o dirigentes, más o menos cerradas, a las que únicamente resultan accesibles ciertas elucubraciones especulativas que vienen a ser como formas renovadas de un gnosticismo estéril.




Tomado de la GRAN ENCICLOPEDIA RIALP (GER), tomo nº 11, pp. 63-67.

@Nessuna@
00venerdì 10 febbraio 2006 02:19
El Diurnal de JAI
blogs.periodistadigital.com/eldiurnaldejai.php

En 1993 Samuel Huntington publicaba un ensayo titulado “Choque de civilizaciones” que, entre otras, defendía especialmente dos ideas: que los futuros conflictos internacionales tendrían origen cultural y se darían entre civilizaciones de orígenes históricos y religiosos diferentes y que los países islámicos, por su parte, sería difícil que pudiesen llegar a encajar en la definición occidental de países democráticos siendo muy difícil una convivencia armónica y unas relaciones pacíficas con ellos.
La reacción política ante esta idea del choque entre civilizaciones fue buscar argumentos convincentes para refutar esas principales hipótesis que planteaban todo un problema de convivencia internacional de difícil o imposible solución. En la línea de esos argumentos habría que enmarcar la famosa “Alianza de civilizaciones” de nuestro presidente.
Según la Real Academia de la Lengua al término “civilización” se le otorgan dos acepciones: “Estadio cultural propio de las sociedades humanas más avanzadas por el nivel de su ciencia, artes, ideas y costumbres” y “Acción y efecto de civilizar”. Poco que ver, en el fondo de la definición, con las reacciones que estos días podemos observar en diferentes países islámicos a las viñetas humorísticas que representaban a Mahoma y que fueron publicadas por varios diarios europeos. ¿Es eso civilización?. Evidentemente, tal y como lo entendemos en occidente, esas reacciones poco o nada tienen de civilizadas.
Si además comparamos la reacción ante el humor realizado a costa de Mahoma con el que en los países islámicos se realiza a costa de los judíos y su religión, entre otros, ¿no es además una incoherencia?.
Otra cosa, además, es comparar la reacción del Islam frente a unas caricaturas presuntamente ofensivas con las “tragaderas” que los cristianos tenemos frente a las ofensas casi continuas de espectáculos, revistas y cómicos graciosos. La virtud parece que no se asienta nunca en los extremos, ni en el de la intolerancia mas necia ni en el de la permisividad más indiferente.
Lo que si parece que ha aportado este conflicto a no pocas personas es, por fin, el esclarecimiento de lo que es eso de la “Alianza de civilizaciones”. Parece que, oídos muchos políticos europeos y entre ellos los que nos gobiernan, viene a ser algo así como que hay que respetar el Islam y sus símbolos religiosos, aún a costa de la libertad de expresión, porque si no sus seguidores más fanáticos se cabrean, pero a la vez, en occidente, hay que defender esa misma libertad de expresión aún a costa de la ofensa a lo sentimientos religiosos que a veces se convierte en abuso de la misma.
Frente al Islam prima el sentimiento religioso frente a la libertad de expresión pero en el caso del cristianismo, en Europa, es al revés.
Lo que no suelen decir los defensores de la “Alianza de civilizaciones” es que una condición esencial para que esta se pueda dar con unas mínimas garantías de existo es que en ambas partes haya personas, sentimientos, religiones y actitudes “civilizadas”. Lo de estos días parece indicar que, al menos por una parte, esa condición resulta todavía inalcanzable.
@Nessuna@
00sabato 11 febbraio 2006 17:47






Imanuel Kant
(1724-1804)


Imperativo Categórico

O imperativo apodíctico. Mandato con carácter universal y necesario: prescribe una acción como buena de forma incondicionada, manda algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir. Declara la acción objetivamente necesaria en sí, sin referencia a ningún propósito extrínseco. Para Kant sólo este tipo de imperativo es propiamente un imperativo de la moralidad.

Los imperativos categóricos tienen la forma general "debes hacer X", o, en su versión prohibitiva, "no debes hacer X"; "debes ser veraz", "no debes robar", son ejemplos de imperativos categóricos. De todas formas es preciso tener cuidado porque la mera expresión lingüística no es suficiente para determinar si el imperativo que ha guiado nuestra conducta es hipotético o categórico: para averiguar si es uno u otro el caso es preciso referirse a lo que ha movido nuestra voluntad: si no hemos robado, nuestra conducta es conforme al deber (conforme al imperativo “no debes robar”), pero si no hemos robado por miedo a la policía, el imperativo que hemos seguido es hipotético (“no debes robar si no quieres tener problemas con la policía”); sin embargo, si no hemos robado porque la acción de robar es mala en sí misma, independientemente de si nos pueda detener o no la policía, entonces nuestro imperativo es categórico. Kant consideró que nunca se puede estar absolutamente seguro de que nuestra conducta no haya estado motivada por un interés o por algún temor, y por ello concluyó que cuando nos parece seguir un imperativo categórico siempre es posible que el imperativo por el que nos regimos sea hipotético.

Kant da también unas fórmulas generales del imperativo categórico, fórmulas que resumen todos los mandatos morales:

Fórmulas Del Imperativo Categórico

Fórmula de la ley universal

"Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal"

Fórmula de la ley de la naturaleza

"Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza"

Fórmula del fin en si mismo:

"Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio"

Fórmula de la autonomía:

"Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de fines"

@Nessuna@
00sabato 11 febbraio 2006 17:53




Imanuel Kant
(1724-1804)


Filosofía Crítica

Kant llama "filosofía crítica" al conjunto de investigaciones filosóficas que tienen como principal preocupación establecer los fundamentos y límites del ejercicio de la Razón.

Las tres conclusiones principales de la filosofía crítica son las siguientes:

la mente humana no puede alcanzar un conocimiento de la realidad en sí misma: el conocimiento metafísico le está vedado al ser humano;

el conocimiento sintético a priori es posible porque todo objeto cognoscible tiene que someterse a las condiciones formales de la experiencia que imponen nuestras facultades cognoscitivas;

el acceso a lo metafísico, vedado a la esfera del saber, es posible merced a la esfera moral.

Como sugieren los títulos de las tres obras principales de Kant ("Crítica de la Razón Pura", "Crítica del Juicio", "Crítica de la Razón Práctica"), la filosofía kantiana es una filosofía esencialmente crítica, culminando así la actitud básica de la filosofía moderna

@Nessuna@
00giovedì 16 febbraio 2006 08:57
Caricaturas de la religión
La Nueva España

JAVIER MORÁN

Una religión cuyo fundador, además de ejecutado en la ignominia, fue escarnecido, vestido de púrpura, coronado con espinas, escupido y adorado con mofa como estrafalario rey de los judíos posee la mejor referencia histórica de lo que es una caricatura, trágica, pero caricatura, sobre su personaje central.
Por eso yerran quienes arriman a su sardina el ascua de las recientes explosiones de violencia en el Islam, alegando que las caricaturas del periódico danés «Jyllands-Posten» son comparables en su ofensa a las agresiones que sufre el catolicismo en Occidente.
Esta tesis la acaba de manejar «L'Osservatore Romano», diario oficial del Vaticano, en un artículo de opinión que hace referencia a algunos casos de ofensas recientes al catolicismo acaecidas en España. Es el caso del espectáculo «La Revelación», del caricato Leo Bassi, representado estos días en el teatro Alfil de Madrid, y que caricaturiza al actual Papa y a su predecesor. Es el caso también del célebre cocinado de un Cristo, según receta absurda del Javier Krahe. A la lista se podría añadir aquella obra del Círculo de Bellas Artes titulada «Me cago en Dios», que fue asaltada en una de sus sesiones por dos nietos de Blas Piñar, que se liaron a puñadas con decorados, actores y director (por cierto, los nietos Piñar resultaron absueltos por el juez). Aquí mismo, un vídeo generosamente subvencionado por la UE mostró a un masajista haciendo lo propio sobre una joven tendida en el altar de la iglesia de la Universidad Laboral. La enumeración sería interminable, de tal manera que habría que ver muchas críticas y caricaturas del cristianismo para encontrar alguna que valga la pena. Luego diremos lo que significa valer la pena, pero a lo que vamos es a que hay mucha bazofia pretendidamente inteligente, bajo coartada religiosa, que después del calentón coyuntural cae en el absoluto olvido.
Por supuesto, defenderemos la libertad de expresión de sus autores, incluso en el caso de que sus mentes no hayan dado para más.
De hecho, en el capítulo de la mofa sobre el cristianismo en los últimos años sólo nos atreveríamos a salvar ciertas intuiciones de Albert Boadella y «Els Joglars» en algunas de sus obras, o aquella película de los Monthy Pyton titulada «La vida de Brian», una inteligente sátira sobre la profusión de grupos políticos y espirituales en tiempos de Jesucristo. Yendo un poco más atrás, vale la pena salvar fragmentos de «La Codorniz», secuencias de Berlanga, y no digamos de Fellini. Y vayamos todavía antes, en el plano literario, a Pérez de Ayala, o a Clarín, por citar sólo asturianos.
Y más atrás aún en el tiempo, saliéndonos de la vena satírica y yendo al ceño fruncido de la filosofía, la crítica a la religión de Feuerbach, de Marx, de Freud, de Comte o de Nietzsche han contribuido incesantemente a que la teología católica purificase sus postulados hasta la culminación de dicha tarea en el Concilio Vaticano II.
Precisamente, Nietzsche se lanzó sin compasión sobre las consecuencias de esa idea cristiana del Dios humillado, que es una figura teológica de primer orden, con escasas referencias equivalentes en otras religiones y creencias.
Para Nietzsche, los judíos, pueblo sacerdotal, elaboran una moral del esclavo, enalteciendo por mandato divino a humildes y desposeídos, hallando en el espíritu la compensación a la debilidad.
Curiosamente, y si se permite la extrapolación, ese estadio de la religión judaíca, inmediatamente heredado por el cristianismo, vendría a ser asimilable con el estadio actual del Islam: la casta sacerdotal agita las caricaturas danesas ante un pueblo iracundo para que se subleve contra Occidente, que es la clase dominante de los guerreros. Por su parte, el cristianismo sabe lo que es un Dios humillado, pero a continuación confiesa la resurrección, el triunfo, de aquel que ha sido motivo de escarnio. Esto, evidentemente, no lo contempla Nietzsche.
Dicho en plata, del Dios cristiano se podría decir de todo, porque de alguna manera todo ha sido dicho, en el plano más triunfante y en el más humillante. De ahí que su encaje con la libertad de expresión en Occidente no debería ofrecer dudas.
Otra cosa es que dicha libertad de expresión se enfrente a umbrales de sensibilidad excesivamente bajos, un tanto irracionales. Ahí no hay nada que hacer, salvo contemplar los chaparrones de creyentes que vivan como ofensas terribles las más estúpidas sátiras sobre la religión. Con más frialdad en la cabeza, lo que interesa es la calidad de de ese humor o de esa sátira, precisamente porque si son certeros el creyente obtendrá más reflexión que desasosiego.
Que el Islam va por otros caminos es un hecho palpable. Paciencia y respeto, en la medida de lo posible.
@Nessuna@
00giovedì 16 febbraio 2006 09:43
Tiempo Tiempo.

Mediodía estancado entre relentes.
Bomba aburrida del cuartel achica
tiempo tiempo tiempo tiempo.

Era Era.

Gallos cancionan escarbando en vano.
Boca del claro día que conjuga
era era era era.

Mañana Mañana.

El reposo caliente aún de ser.
Piensa el presente guárdame para
mañana mañana mañana mañana

Nombre Nombre.

¿Qué se llama cuanto heriza nos?
Se llama Lomismo que padece
nombre nombre nombre nombre.



César Vallejo



@Nessuna@
00giovedì 16 febbraio 2006 09:47
ÁGAPE

Hoy no ha venido nadie a preguntar;
ni me han pedido en esta tarde nada.

No he visto ni una flor de cementerio
en tan alegre procesión de luces.
Perdóname, Señor: qué poco he muerto!

En esta tarde todos, todos pasan
sin preguntarme ni pedirme nada...

Y no sé qué se olvidan y se queda
mal en mis manos, como cosa ajena.

He salido a la puerta,
y me da ganas de gritar a todos:
Si echan de menos algo, aquí se queda!

Porque en todas las tardes de esta vida,
yo no sé con qué puertas dan a un rostro,
y algo ajeno se toma el alma mía.

Hoy no ha venido nadie;
y hoy he muerto qué poco en esta tarde!




César Vallejo, 1918


@Nessuna@
00giovedì 16 febbraio 2006 22:05

Frases Célebres de Oscar Wilde.

Una de las más grandes plumas de la literatura universal, Oscar Wilde, falleció el 30 de noviembre de 1900. Nuestra colaboradora, la escritora Viviana O'Connell, directora de la publicación The Shamrock -medio oficial de la colectividad irlandesa de Rosario (Argentina)- presenta un artículo titulado Pecados de un irlandés en Londres, que acerca al lector la personalidad y obra del genial escritor irlandés, analizándola en el contexto social de su época, para lo cual también seleccionó una serie de sus más célebres frases y un fragmento del poema "Balada de la Cárcel de Reading". A un siglo de su muerte Sitio al Margen participó del homenaje que anunció en su agenda

Por Viviana O'Connell.

* La tragedia de la vejez no es ser viejo, sino haber sido joven.
* La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.

* Los solteros ricos deberían pagar más impuestos. No es justo que unos sean más felices que otros.

* Sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos.

* Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.

* Un hombre puede ser feliz con una mujer siempre que no la ame.

* A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

* Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.

* El artista es el creador de cosas bellas.

* Revelar el arte y ocultar el artista es el fin del arte.

* El crítico es el que puede traducir de otra manera o en un nuevo material su impresión sobre las cosas bellas.

* La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una especie de autobiografía.

* Los que encuentran feas significaciones en las cosas hermosas están corrompidos sin ser encantadores, lo cual es un defecto.

* Los que encuentran bellas intenciones en las cosas bellas son los cultos. A ellos les queda la esperanza.

* Un libro no es nunca moral o inmoral. Está bien o mal escrito. Eso es todo.

* La aversión del siglo diecinueve por el Realismo es la rabia de Calibán al ver su propia cara en el espejo.

* La aversión del siglo diecinueve por el Romanticismo es la rabia de Calibán al no ver su propia cara en el espejo.

* La vida moral del hombre forma parte del tema del artista; pero la moralidad del arte consiste en el perfecto uso de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas ciertas pueden ser probadas.

* Ningún artista tiene simpatías éticas. En un artista, una simpatía ética constituye un imperdonable amaneramiento de estilo.

* Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo.

* Pensamiento y lenguaje son para el artista instrumentos de un arte.

* Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el trabajo de un actor.

* Todo arte es a la vez superficie y símbolo.

* Los que quieren comprender el símbolo, corren también su riesgo.

* Es el espectador, y no la vida, a quien refleja realmente el arte.

* La diversidad de opiniones sobre una obra de arte demuestra que la obra es nueva, compleja, vital. Cuando los críticos discrepan, el artista está de acuerdo consigo mismo.

* Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.

* Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.

* En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores.

* Como mala persona soy un completo desastre. Hay montones de gente que afirman que no he hecho nada malo en toda mi vida. Por supuesto sólo se atreven a decirlo a mis espaldas.

* A veces pienso que al crear al hombre, Dios sobrestimó un poco Su habilidad.

* No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

* Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.

* Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos.

* El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.

* Adoro los placeres sencillos, son el último refugio de los complejos.

* Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.

* Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.

* En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.


www.almargen.com.ar/sitio/seccion/literatura/wilde/index...
@Nessuna@
00giovedì 16 febbraio 2006 22:12
Teología como la misma palabra sugiere es el discurso sobre Dios y sobre todas las cosas vistas a la luz de Dios. Es una particularidad de nuestra especie que, en un momento de la evolución de millones de años, haya surgido la conciencia de Dios. Con esta palabra - Dios - se expresa un valor supremo, el sentido último del universo y de la vida y la Fuente originaria de donde provienen todos los seres.

Este Dios habita siempre el universo y acompaña a los seres humanos. Los textos sagrados de las religiones y de las tradiciones espirituales dan testimonio de la permanente actuación de Dios en el mundo. Él siempre actúa favoreciendo la vida, defendiendo al débil, ofreciendo perdón al caído y prometiendo la eternidad de la vida en comunión con Él.

Pertenece a la fe de los cristianos afirmar que Dios se acercó a la existencia humana y Él mismo se hizo Dios en Jesús de Nazaret. Se anticipa así la promesa de unión bienaventurada con Él, que será el destino de todos los seres y de toda la creación.

Entre las muchas funciones de la teología dos son en la actualidad las más urgentes: colaborar en la liberación de los oprimidos que son nuestros cristos crucificados hoy y ayudar a preservar la memoria de Dios para que no se pierda el sentido y la sacralidad de la vida humana, amenazada por una cultura de la superficialidad, del consumo y del entretenimiento. Debemos unir siempre fe con justicia, de donde nace la perspectiva de liberación, y mantener siempre encendida la llama de la lamparina sagrada, donde se alimenta la esperanza humana de un futuro bueno para la Tierra y para la humanidad.

Leonardo Boff
@Nessuna@
00domenica 19 febbraio 2006 22:40

Ecología social
La segunda -ecología social- no quiere sólo el medido ambiente, quiere el ambiente entero. Inserta al ser humano y a la sociedad dentro de la naturaleza. No se preocupa únicamente de embellecer la ciudad con mejores avenidas, plazas o playas más atractivas, prioriza también el saneamiento básico, una buena red de escuelas y un servicio de salud decente. La injusticia social significa violencia contra el ser más complejo y singular de la creación, que es el ser humano, hombre y mujer. Él es parte y parcela de la naturaleza. La ecología social propugna un desarrollo sostenible, que atiende a las carencias de los seres humanos de hoy sin sacrificar el capital natural de la Tierra, tomando también en consideración las necesidades de las generaciones del mañana, que tienen derecho a satisfacerse y a heredar una Tierra habitable, con relaciones humanas mínimamente justas. Pero el tipo de sociedad construida en los últimos 400 años impide realizar un desarrollo sostenible. Es energívora, ha montado un modelo de desarrollo que saquea sistemáticamente todos los recursos de la Tierra, y explota la fuerza de trabajo.

En el imaginario de los fundadores de la sociedad moderna el desarrollo se movía entre dos infinitos: el infinito de los recursos naturales y el infinito del desarrollo hacia el futuro. Pero dichos presupuestos han revelado ser una ilusión. Los recursos no son infinitos, la mayoría se está agotando, principalmente el agua potable y los combustibles fósiles. Y el tipo de desarrollo lineal y creciente hacia el futuro no es universalizable. Por lo tanto no es infinito. Si las familias chinas quisieran tener los automóviles de las familias norteamericanas, China se convertiría en un inmenso estacionamiento. No habría suficiente combustible y nadie se podría moverse.

Carecemos de una sociedad sostenible que encuentre para sí el desarrollo viable que satisfaga las necesidades de todos. El bienestar no podrá ser solamente social, tendrá que ser sociocósmico. Deberá atender a los demás seres de la naturaleza, como las aguas, las plantas, los animales, los microorganismos, pues todos juntos constituyen la comunidad planetaria en la que nos incluimos y sin ellos nosotros no podríamos vivir.


www.leonardoboff.com
@Nessuna@
00domenica 26 febbraio 2006 22:50
La fe del Islam nos cuestiona

Muchas son las lecturas que se están haciendo acerca de las reacciones musulmanas por causa de las caricaturas de la figura de Mahoma. Ninguna de las que he leído hasta ahora llega, a mi modo de ver, al meollo de la cuestión. Quien más se acercó fue Mauro Santayana, aquí en el Jornal do Brasil . Necesitamos profundizar más en el análisis pues en él se esconde la espoleta de una probable guerra de civilizaciones preconizada por Samuel P. Huntington en su discutido libro El choque de las civilizaciones (1996).

Se equivocan quienes piensan que se trata de fundamentalismo. Para el Islam por detrás de las caricaturas está la cultura moderna de occidente hoy globalizada. Es considerada como una cultura sin fe, inmoral, explotadora, belicosa, arrogante y violadora de tratados del orden mundial. Se juzga universal y por eso digna de ser impuesta a todo el mundo: un pretendido universalismo que se transforma en imperialismo, como se ve explícitamente en la política externa de Bush y en declaraciones de Berlusconi. Hay que reconocer que la mayor fuente de inestabilidad y de posible conflicto en un mundo pluricivilizacional es precisamente Occidente. Su arrogancia, incrustada también en las iglesias cristianas, puede llevarnos a todos a perder.

Para Occidente, por detrás de las reacciones a las caricaturas está el radicalismo islámico fundado en el orgullo de su cultura y en el sentimiento de superioridad por mantener viva la fe pública en Dios. Está también el rencor por el hecho de estar sus territorios militarmente ocupados por causa del petróleo y de ser considerados antimodernos, fundamentalistas y nichos del terrorismo mundial.

Nos encontramos aquí con prejuicios mutuos que, resucitados en un contexto globalizado, pueden generar una violencia incontrolable.

Pero la verdadera manzana de la discordia reside en la fe y en el lugar que ella debe ocupar en la vida personal y social. Las sociedades modernas occidentales son hijas de la razón ilustrada. Sólo se legitima aquella realidad que pasa por la criba de la razón crítica, y por esa criba no ha pasado la fe tradicional. La fe no es un factor determinante en la sociedad. Ha sido relegada al mundo privado. Mirándolo desde afuera, el Occidente socialmente no tiene fe. Se vive etsi Deus non daretur ( « como si Dios no existiese » ), según la famosa formulación del teólogo-mártir del nazismo D. Bonhoeffer que antevió ese oscurecimiento social de la fe.

Tal punto de vista es inaceptable para el Islam. Para él es impensable una sociedad sin una dimensión institucional de fe. Es no ver sentido en el universo sustentado por el Creador del cielo y de la tierra, es desconocer a los seres humanos como hermanos y hermanas. Esto no conduce necesariamente a un estado teocrático como podemos comprobar hoy en Indonesia, el mayor país musulmán del mundo. El Estado reconoce explícitamente en su organización la fe en Dios, sin identificar ese Dios con el del Islam, ni con el del Cristianismo o el de otras religiones. Es un estado no confesional, con fuerte identidad nacional y fe ecuménica. La herencia irrenunciable de Mahoma es esta proclamación pública de Dios y de la hermandad de todos los seres humanos, valores tenidos en Occidente por pre-modernos.

Hacer caricaturas del Profeta es hacer irrisión de esta fe que orienta la vida de millones de personas. De ahí la reacción comprensible de los musulmanes del mundo entero. La fe es central en el Islam pero es irrelevante en Occidente. Las caricaturas buscan ridiculizar esta diferencia. El irrespeto de lo Sagrado es una muestra de la irrefrenable decadencia espiritual de Occidente.

Leonardo Boff
TERESA BENEDETTA
00martedì 28 febbraio 2006 08:14
ROSARIO - Ya estas otra vez en Rio, o todavia en Lima?...No se cuantas horas necesitas para los engrandimientos, pero son preciosos - Tu galeria es un gran HIT en el Forum! Y ademas, sostener todas las otras secciones a solas como haces! Como es que no podemos atraer otras hispanoparlantes, ni siquiera una de Espana, por ejemplo?
@Nessuna@
00martedì 28 febbraio 2006 09:12
Continuo en Lima, Teresa....hasta el fin de semana o talvez me tenga que ir antes....
Bueno, no és facil encargarme de todo, no sé como consigo hacerlo, a veces me da ganas de pedir a ratzgirl que cierre la secciòn, pero me da pena pues yo veo que visitas las hay, lo que no hay mucho son posts....talvez pqorque las personas no entiendan muy bien el españnol o no lo sepan escribir muy bien.....Pero ni ni yo misma lo sé

Cuanto a atrair nuevos hispanoparlantes, intenté hacerlo aqui en Lima, pero para ser sincera, la memória de Juan Pablo II continua muy viva por aqui, mientras que Benedicto XVI permanece una figura muy lejana y desconocida.
Diferente que en Brasil, donde ya está comenzado a ser conocido y admiirado.
Cuanto a las fotos ,lo más dificil és escojer aquellas que pueden o no ser agrandadas sin perder la definicion de la imagen....y escojer las mas bellas.
Esperemos para que aparezcan mas personas que entiendan español y se animen a postar.....como silvie .france, a quien agradezco por los posts que hizò,principalmente sobre la aparicion de la Virgen en La Salette,realmente un asunto muy interesante.

[Modificato da @Nessuna@ 28/02/2006 9.14]

TERESA BENEDETTA
00mercoledì 1 marzo 2006 00:17
GRACIAS POR LA RESPUESTA, Rosario. Te voy a escribir por FFZ e-mail. DE veras, lo que tu haces es heroica! Y se ve que hay muchas cosas interesantes que pasan en el mundo hispano de que no se da cuenta por otras partes. Ojala que conseguimos mas partecipacion!
@Nessuna@
00sabato 4 marzo 2006 04:48
Habla el último sobreviviente de la «Rosa Blanca», jóvenes que desafiaron a Hitler

Su historia ha sido llevada a la gran pantalla

TRENTO, viernes, 3 marzo 2006 (ZENIT.org).- «A los jóvenes de hoy querría dar este consejo: no calléis cuando veáis una injusticia. Y buscad amigos que tampoco quieran callar. Ésta fue la historia de la “Rosa Blanca”», cuenta el último superviviente del grupo, Franz Josef Müller.

Müller tenía 18 años cuando fue condenado por un tribunal militar de Munich por haber impreso y difundido octavillas anti-nazistas junto a los hermanos Scholl.

Con 81 años, actualmente es el último testigo de la resistencia pacífica de la «Rosa Blanca»; fue procesado en abril 1943 y condenado a cinco años de prisión. Otros miembros del grupo también sufrieron encarcelamiento, o llegaron a ser ejecutados.

Ese último fue el final de Hans y Sophie Scholl --cuya historia revive en estos momentos la gran pantalla con la película titulada con su propio nombre--, y su amigo Christoph Probst: estudiantes universitarios de 24, 21 y 23 años respectivamente. Fueron acusados de propaganda antinazista y condenados a muerte en febrero de aquel año.

La «Rosa Blanca» nació por iniciativa de seis amigos de Munich: cinco estudiantes -Alexander Schmorell, Hans y Sophie Scholl, Willi Graf y Christoph Probst- y un profesor universitario, Kurt Huber.

Hace tiempo que monseñor Helmut Moll --de la archidiócesis de Colonia--, consultor teológico en la Congregación para las Causas de los Santos, dijo: «Si tuviera que proponer para la JMJ [Jornada Mundial de la Juventud] de Colonia de 2005 un modelo de santidad, elegiría a los jóvenes de la “Rosa Blanca”, estudiantes ortodoxos, protestantes y católicos de Munich que en 1942 lucharon para defender ante el nazismo la dignidad del hombre y de la religión» (Zenit, 12 diciembre 2003).

El grupo había osado desafiar a Hitler y en nueve meses escribió y distribuyó seis octavillas contra el régimen --exhortando al pueblo a que abriera los ojos-- en varias ciudades del sur de Alemania, empujados por la tiranía de aquél y por la experiencia directa de la guerra en el frente oriental.

Dichos jóvenes --«ricos en fe, con una profunda visión ecuménica»-- «habían entendido que [el nazismo] representaba una gran amenaza y en seis octavillas lo denunciaban claramente tomando posiciones contra las deportaciones de los judíos», explicó monseñor Moll, vicepostulador de la causa de canonización de Edith Stein y de Nicolas Gross, ambos ya elevados a los altares.

Franz Josef Müller y su esposa Britta se cuenta actualmente entre los promotores de la Fundación «Rosa Blanca» de Munich, visitada cada año por más de 20.000 personas.

Pero él mismo habla a los estudiantes de todo el mundo, como recientemente ha hecho en Japón o en el colegio arzobispal de Trento, donde mantuvo un encuentro con medio millar de jóvenes al margen de la exposición «Rosa Blanca. Rostros de una amistad» (Zenit, 24 julio 2005).

«Avvenire» ha mantenido con él esta conversación.

--Doctor Müller, la reciente película de Marc Rothemund, en la carrera de los Oscar como mejor película extranjera, ha presentado al mundo figura de Sophie Scholl. Usted la conoció personalmente. ¿Cómo la recuerda?

--Müller: Pequeña de estatura. Seria, pero también serena. No era rubia, sino de cabello moreno, muy vivaz. Parecía una muchacha italiana. Me encontraba con ella al volver de clase, pero en Alemania entonces no se podía hablar con una joven dos años mayor. En cuanto a la película, me ha parecido muy buena, pero está centrada en la figura de Sopbie, mientras que en la «Rosa Blanca» había otros treinta jóvenes.

--Y de su hermano, Hans Scholl, también guillotinado en 1943 por alta traición, ¿qué recuerdo conserva?

--Müller: Hans había estado al principio en la juventud hitleriana, había conocido a los nazis. Nos contaba las órdenes de aquellos, la dureza con los jóvenes. Si un chaval osaba decir: «Yo pensaría que...», era inmediatamente interrumpido: «No pienses demasiado. Eso déjalo a los caballos, que tienen la cabeza más grande».

--Parece imposible que durante largos meses lograran que no les descubrieran...

--Müller: Se buscaba refugio en los bosques o en casa de familiares en pueblos pequeños. Nos daban hospitalidad también algunos párrocos católicos. A veces se ponían la estola de confesar y nos decían: ahora puedes hablar libremente; estas cosas no las debo decir a nadie.

--A propósito: se ha dicho que la Iglesia católica, a partir del Papa, habría podido hacer algo más...

--Müller: Mire, hasta yo aún hoy me pregunto: ¿habría podido hacer algo más? En Alemania entonces había también muchos católicos cuya vida estaba en peligro. Párrocos y obispos, el mismo Papa dijeron palabras iluminadoras; ¿pero cómo habrían podido oponerse más al poder, sabiendo que los católicos habrían pagado las consecuencias de ello? Escuchando los radio-mensajes del Papa, nosotros captábamos entre líneas sus indicaciones.

--¿Hasta qué punto conocían sus familias la actividad clandestina contra Hitler?

--Müller: No había dicho nada a mis padres; a mi padre le habría dado un infarto. Creo que fue un sacerdote católico el que les informó gentilmente. Y cuando la Gestapo irrumpió en mi casa, el valiente no fue mi padre, aunque había sido condecorado con la Cruz de Hierro en la guerra, sino mi madre, quien había escondido todas mis cartas en el horno de dulces. No las encontraron.

--¿Quién le traicionó?

--Müller: El que dio mi nombre a la Gestapo era un conocido, un enfermo. Le he perdonado: aún vive y a veces nos vemos.

--Hablando a los jóvenes de Trento, les ha dicho que el día de la condena a cinco años de reclusión fue el peor de su vida.

--Müller: Me sentía aliviado de que me cayeran sólo cinco años, pero estaba abatido viendo a tres amigos encaminarse a la muerte. A la salida del tribunal nos abrazamos durante un largo tiempo, sin conseguir decirnos nada. Puedo decir, sin embargo, que aquel día todos sabíamos que habíamos sido derrotados por la causa de la libertad y la dignidad del hombre.

--¿Puedo pedirle un juicio sobre los neonazis en la Alemania de hoy?

--Müller: No veo ahí un peligro, porque no se dan las condiciones de los años veinte con el alto desempleo y el resultado de una guerra recién perdida. Por otro lado los neonazis representan una parte verdaderamente pequeña. En todo pueblo existe un porcentaje mínimo de personas... disparatadas.

--¿A qué están llamados hoy los jóvenes?

--Müller: Al valor civil. Es necesario rebelarse siempre cuando uno se encuentra en un Estado en el que la violencia vale más que el Derecho. El terrorismo hoy tiende a superponer la violencia al Derecho.


@Nessuna@
00sabato 4 marzo 2006 05:01
Al fin alguien nos recuerda que Oscar Wilde no era sólo un homosexual



Nació en 1854 y murió en 1900. Un genio de la literatura que a veces -y porque él, un provocador nato, dio pie- ve eclipsada su obra por su vida, marcada por un afectado dandismo y una tendencia sexual que le hizo sufrir.



Junto a la biografía sobre el gran autor "angloirlandés", la ficción del nacionalismo, un thriller de Leon Arsenal, las obras de Flaubert y la poesía de María Victoria Atencia y María Sanz.

4 de marzo de 2006. Ustedes no sé si han caído en la cuenta, pero el debate nacionalista en España hace tiempo que ha entrado de lleno en el campo de la ficción. Con ribetes de una fantasía provocadora y fastuosa, y dentro del subgénero espectral.

Para reflexionar sobre el nacionalismo

Por eso he decidido incluir aquí el libro de Oriol Vidal, 500 preguntas al nacionalismo (mr ediciones). Porque su lectura sí que es todo un hecho diferencial. El que produce la inteligencia al servicio de cierta higiene nacional (iba a decir espiritual).

Estamos ante un libro que provoca el debate, que impele a una reflexión crítica por medio de continuos interrogantes que actúan como un verdadero examen de conciencia política o literaria, depende del grado de sensatez o utopía. La España unida y plural ofrece sus argumentos, como lo hacen los nacionalismos separatistas. Para ello el autor se sirve de la voz de muchos de los protagonistas, y de una amplia bibliografía. En fin, la actualidad en reposo, sin las prisas del día a día. Un buen libro. Para pensar un poco.

Oscar Wilde no era sólo homosexual

Oscar Wilde es uno de los más grandes en esto de la literatura. No es afirmación gratuita, es constancia lectora. Basta con leer sus cuentos, o La importancia de llamarse Ernesto, o su magnífica novela El retrato de Dorian Gray (ahora editada por Valdemar, junto a su obra de teatro Salomé, los dos libros incluidos en su biblioteca selecta de El Gato Negro). Pero sobre todo, lo que más me ha impresionado siempre de Wilde es su De profundis (Losada), título que proviene del canto de arrepentimiento del rey David, y la Balada de la cárcel de Reading (Hiperión), una obra poética en donde se resume su sed de redención, de belleza, de eternidad, de justicia. "¡Feliz aquel cuyo corazón roto / conquista la paz del perdón!". Fue su última obra, un verdadero testamento del alma.

Y digo todo esto porque acaba de aparecer la traducción de una muy buena biografía de Oscar Wilde. Además lo hace en una nueva editorial, Ciudadela, a la que es necesario dar la bienvenida con gran entusiasmo, pues el comienzo no puede ser más prometedor. La biografía de Wilde es la escrita por Joseph Pearce, a quien ya conocíamos por sus estudios sobre J.R.R. Tolkien (Minotauro) o G.K. Chesterton (Encuentro). Es un auténtico especialista en conversos al catolicismo. Él mismo lo es. No estaría de más traducir pronto la semblanza que escribió sobre C.S. Lewis, el creador del mundo de Narnia.

La biografía está basada en el profundo arraigo moral de la vida y la obra del autor irlandés, en la trascendencia "que subyace en lo más hondo de Wilde". Pese a que se ponga el acento casi en exclusiva -tan interesada como morbosamente- en su homosexualidad, en una existencia mítica de tono decadente y pagano. Wilde fue mucho más que un esnob. Fue un gran conocedor de la literatura clásica, fue admirado por los más grandes de su tiempo, fue un artista excepcional, que rastreó la belleza al mismo tiempo que la verdad. Un gran libro, libre de máscaras.

Un clásico por descubrir

¿Qué se puede decir sobre la obra de Gustave Flaubert? Cuando uno se pone a leer sus libros llama la atención su mimo por el detalle. Nada está dejado a la casualidad. La autoexigencia es grande. Cada frase es una pieza maestra del engranaje narrativo, estudiada muy a fondo. Siempre me ha parecido el Spinoza de la literatura. Al igual que al autor de la Ética demostrada según el orden geométrico (Alianza), a Flaubert le apasiona pulir con paciencia de orfebre las lentes desde las que observa y analiza la realidad que le rodea. Con un control muy racional de la intuición, según apunta Mario Vargas Llosa en su libro La orgía perpetua: Flaubert y "Madame Bovary" (Seix-Barral).

Me atrevería a decir que su estilo es el personaje principal de sus libros. En él y desde él se define todo lo demás. El estilo como metafísica de costumbres. El autor de La educación sentimental hace una disección de lo cotidiano, elevando la prosa displicente de la rutina al rango superior del arte. Bueno, pues gracias a la editorial Cátedra, en su Biblioteca Aúrea, podemos disfrutar de nuevo de los placeres literarios de Gustave Flaubert.

Obras -que es el título del volumen- incluye desde Noviembre y La tentación de San Antonio, a Salammbô (una novela histórica ambientada en Cartago) y su Diccionario de tópicos. Pasando por Madame Bovary (el tedio como voluntad de acción), la ya citada La educación sentimental, Tres cuentos y la inacabada Bouvard y Pécuchet. Aunque no son pocos los que piensan que su verdadera gran obra se encuentra en los volúmenes de su epistolario. Ver como muestra Flaubert-Turguéniev, Correspondencia (Mondadori).

Para pasar el rato

El espejo de Salomón, de León Arsenal (Minotauro) es una novela del montón, que quede claro. Rudimentaria pero eficaz en su propósito, que no es otro que dar consuelo al lector agotado, incapaz de mayores profundidades. Y es por eso que la aconsejo aquí. La historia no puede ser más tópica. Reúne enigmas del pasado -descubrimiento de la legendaria Mesa de Salomón y su búsqueda por increíbles laberintos subterráneos llenos de trampas mortíferas-, inesperadas conspiraciones terroristas, sociedades secretas, la perversa líder con supuestos poderes sobrenaturales, el sicario frío e implacable (pero con honor) y la moderna e independiente protagonista femenina. Una alucinante combinación de fantasía, cómic, leyenda, ciencia-ficción y thriller.

Poesía

María Sanz y María Victoria Atencia son las poetas españolas que yo considero mejores. Cada una de distinta generación, pero las dos siempre jóvenes. Y ambas acaban de publicar nuevo libro. Atencia De pérdidas y adioses (Pre-textos), un volumen lleno de nostalgia y delicada visión del dolor. Y Sanz Mínimo sol de invierno, con el que ha obtenido el Premio Internacional de Poesía Ateneo Jovellanos (libro editado por dicho Ateneo, sito en Gijón). Poemas sobre el desamor y la melancolía de días y rostros casi olvidados. "Ya sólo te has quedado con tu vida", escribe.

…Y algunos apuntes

El peruano Santiago Roncagliolo ha obtenido el IX Premio Alfaguara de Novela con su obra Abril rojo. César Vidal ha hecho lo propio con el VI Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio, por su obra El fuego del Cielo, que editará mr ediciones (Grupo Planeta). Y Arturo Pérez-Reverte nos entrega su última novela, El pintor de batallas (Alfaguara). Ya hablaremos de estos libros más despacio.





Guillermo Urbizu - www.elsemanaldigital.
@Nessuna@
00sabato 4 marzo 2006 19:49
LITERATURA, MUSICA, FILOSOFIA

Thomas Mann y Theodor Adorno: la novela de una novela








La correspondencia entre Thomas Mann y T. W. Adorno, que comienza cuando éste era un joven e ignoto filósofo y aquél, un consagrado escritor, ilumina la extraordinaria (y a su modo mefistofélica) trama de la composición del Doctor Faustus. La colaboración "secreta" de Adorno en sus ideas musicales, la retribución de Mann, el reclamo de autoría intelectual de un furioso Arnold Schönberg. Pasen y lean.






--------------------------------------------------------------------------------
SILVIA SCHWARZBCK.






Cuando Adorno conoce a Mann, en 1943, todavía no era Theodor W. Adorno, el filósofo sobre el cual hoy se escriben libros, artículos y monografías, un filósofo importante del siglo XX. Mann, en cambio, sí era un escritor absolutamente consagrado. La diferencia de edad —Adorno tenía 40 años y Mann, 68— puede servir para ilustrar en qué momento de sus vidas intelectuales se encontraba cada uno al comienzo de la relación (tenga en cuenta el lector que una filosofía propia y original suele ser una meta que se alcanza —cuando se alcanza— en la madurez, con lo cual Adorno era definitivamente un joven filósofo a los 40 años en que conoce a Mann).

En ese momento, Mann trabajaba en el cuarto capítulo de Doctor Faustus y no sólo había recibido el Premio Nobel (en 1929), sino que había publicado la mayor parte de las novelas por las que entró en vida en la historia de la literatura (Buddenbrooks, Tristan —que contiene Tonio Kröger—, La muerte en Venecia, La montaña mágica, José y sus hermanos, Carlota en Weimar). Adorno, en cambio, no era conocido, salvo por ser parte del Instituto de Investigación Social de Frankfurt, que entre 1938 y 1941, debido al exilio de sus miembros, había funcionado en Nueva York, con la ayuda de la Universidad de Columbia. No obstante, faltaba poco para que apareciera Dialéctica de la ilustración, su primer libro significativo para llegar a ser quien es. De todos modos, esta obra, escrita con Horkheimer —el director del Instituto—, no fue un hito instantáneo. Tuvo una circulación restringida, primero, en una edición mimeografiada de 1944, bajo el título de Fragmentos filosóficos, hasta que en 1947 la publica la editorial Querido, de Amsterdam, tal como se la conoce actualmente.

A pesar de que se vieran el uno al otro como un escritor en la cumbre y un filósofo ignoto, Mann y Adorno integraban por igual ese mundo aparte de los emigrados alemanes en Estados Unidos, que tenían en común tanto la huida del nazismo como el origen social alto burgués. La presentación formal sucede en una cena en casa del matrimonio Horkheimer. Adorno, por su lado, lo había conocido antes, sólo que de un modo en que Mann no podía recordarlo. En 1921, en unas vacaciones en Kampen, había caminado detrás de él, durante un largo paseo, imaginándose cómo sería hablarle, sin atreverse a hacerlo. "... El hecho de que veinte años más tarde usted de verdad hablara conmigo es un fragmento de utopía realizada tal como puede ser otorgado apenas una vez...", le confiesa Adorno en una carta de 1945.

¿Qué era Mann para Adorno, en el momento de conocerlo? "Cuando lo encontré a usted aquí, en la remota costa oeste, tuve la sensación de estar, por primera y única vez, en persona, frente a la tradición alemana de la cual he recibido todo: incluso la capacidad de resistir a esa tradición...". Después de decir dos veces en la misma carta que el conocer a Mann fue una de esas cosas que suceden "sólo una vez", Adorno agrega que a la felicidad que le dio conocerlo —felicidad que, cree, nunca va a abandonarlo— los teólogos la llamarían bendición.

¿Qué era Adorno para Mann, después de que lo conoce aquella noche, en casa de los Horkheimer, y se entera de que no sólo es doctor en filosofía, sino que ha estudiado composición con Alban Berg y piano con Eduard Steuermann? Como Mann, por entonces, se encuentra escribiendo Doctor Faustus, una novela donde el protagonista (Adrian Leverkühn) compone música dodecafónica, es obvio que el encuentro le tiene que haber parecido providencial. Adorno, además, se ofrece a asesorarlo antes de que Mann se lo pida. El asesoramiento consiste, en sus inicios, en recomendarle textos ajenos (como los de Julius Bahle y Willi Reich) y, fundamentalmente, en hacerle llegar los suyos: su libro sobre Kierkegaard (1933), Minima moralia, en etapa de gestación, tres capítulos del Ensayo sobre Wagner (escrito en 1937/8 y publicado recién en 1952), el artículo "El estilo de madurez de Beethoven" (1937), la monografía sobre Alban Berg (en la versión de 1937), y el manuscrito de la que será la primera parte de Filosofía de la nueva música (1949), titulado "Schönberg o el progreso".

La lectura de los escritos de Adorno es lo que inicia la relación epistolar. Mann queda impresionado y se lo hace saber de una manera que después se volverá en su contra, porque lo que aprecia de Adorno —su conocimiento musical— lo aprecia en la medida en que él no lo tiene y lo necesita para la ocasión. Eso hace que Adorno se sienta tan halagado como imprescindible. En este momento de su vida, el hecho de que un escritor admirado por él lo requiera como consejero secreto, confesándole que sus conocimientos de música llegan hasta el romanticismo tardío, le sirve como confirmación de un talento del que antes otros, también admirados por él (Krakauer, Benjamin, Horkheimer), lo habían hecho sabedor, al convertirlo rápidamente en un par. Pero esta vez el halago le llega junto con el ofrecimiento de una tarea que, por su anonimato y, sobre todo, por su instrumentalidad, no augura que lo traten como un igual.

Imaginar la música ajena

La instrumentalidad de la tarea se debe a que Mann no sólo usa las ideas de Adorno para redactar las conferencias de Wendell Kretzschmar sobre Beethoven del capítulo ocho, sino que le pide un trabajo de invención musical que contribuirá esencialmente a que la novela sea lo que su autor quiere: una novela sobre la situación del arte. Mann le da a Adorno los títulos de las obras que, en la ficción de Doctor Faustus, compone Adrian Leverkühn ("Apocalipsis cum figuris", según los quince grabados de Durero, por ejemplo), y él debe imaginarlas. "Imaginarlas" —confiesa Adorno— implica el mismo esfuerzo que componerlas, aunque lo que tenga que entregar sea un texto mecanografiado con descripciones de obras inexistentes que deben parecer existentes, como para que Mann nunca tenga que soportar la por él tan temida "risita arrogante" del "especialista en música, siempre muy orgulloso de su ciencia secreta".

El anonimato de la tarea de Adorno, a su vez, lo hace inevitable la forma de trabajo de Mann. Ni bien iniciada la colaboración, Mann le advierte a Adorno lo que necesariamente va a pasar con el principio del montaje, del que él hace uso en sus novelas, cuando sea aplicado a sus aportes. Cómo procede con el montaje se lo explica en la carta 5, de manera muy gráfica: él pega un fragmento de un texto ajeno y deja que se borren los bordes. Todo lo que él, como lector culto, reconoce como un fragmento de otro, digno de pertenecer a su novela, y lo pega en ella, también lo reconocerán —como digno y como pegado— los lectores cultos que la lean.

El hecho de que los fragmentos que elige pegar (las cartas de Nietzsche, los sonetos de Shakespeare) estén sacados de textos conocidos —o conocidos para su círculo de lectores—, convierte al montaje en un procedimiento artístico o, como él lo llama, en un "plagio superior". Aun si alguien no reconociera los bordes borrados del fragmento, disfrutaría de leerlo. Pero todo lo que Mann toma en préstamo de Adorno no hay posibilidad alguna de que alguien lo reconozca como un material pegado. ¿Quién puede reconocer la filosofía de la música de un filósofo todavía ignoto? ¿Quién puede darse cuenta de que las obras de Adrian Leverkühn no las ha imaginado el propio Mann, si están cortadas y pegadas de manuscritos que Adorno redacta especialmente para la novela? Sólo la posteridad podría hacerle justicia a su colaboración —le dice Mann a Adorno, y le aclara—, "si la hay". De hecho, cuando se publica Doctor Faustus, en 1947, Adorno recibe un ejemplar firmado, con una dedicatoria ("a mi consejero secreto") que bien podría leerse como una expresión de deseos de que haya tal posteridad.

En los años que siguieron a la publicación del libro, Mann no deja de agradecerle a Adorno lo que hizo por él. Lo primero que hace es enviarle los artículos especializados en los que se elogian los conocimientos musicales de Mann, de manera tal que él los lea como si estuvieran dirigidos a su persona. La actitud de Mann hacia Adorno cambia notablemente a partir de la recepción del libro. El hecho de haber pasado frente a la crítica especializada por un conocedor de la música contemporánea lo lleva a valorar más tanto al consejero secreto como a la propia perspicacia al haberlo tenido.

Lo segundo que hace Mann para mostrarle su gratitud a Adorno es más contundente aún: en 1948 decide escribirle a la editorial Mohr, recomendando la publicación de Filosofía de la nueva música, el libro cuya primera parte, sobre Schönberg, tanto le sirvió para su Doctor Faustus. Le cuenta a Adorno de su intención y éste le agradece, muy conmovido, aunque le pide por favor que, si va a hablar de su papel de consejero secreto, destaque más su aporte de "fantasía e ideas" que el de información musical. La falsa modestia nunca estuvo, en ninguna etapa de la vida de Adorno, entre los rasgos de su personalidad. Mann, por su parte, lo elogia de la manera en que le es más conveniente a él, sin hacer demasiado caso al pedido de Adorno, pero los adjetivos con los que compensa el no hablar de "fantasía e ideas" difícilmente pudieran dejar disconforme al recomendado: "... El Dr. Adorno es una de las mentes más sutiles, agudas y críticamente profundas que producen en la actualidad (...) Conozco muy bien su obra: en determinadas partes me procuró incentivo y enseñanza para mi novela...".

El tercer gesto de agradecimiento cambia de escala y se parece más que nunca a la justicia que antes sólo podía esperarse de la posteridad. En 1949 Mann publica Los orígenes del Doctor Faustus, donde "saca a la luz" definitivamente al consejero musical, que deja así de ser secreto. No obstante, Mann omite hablar de ciertas ocurrencias concretas de Adorno, como aquella que tuvo para el "Apocalipsis cum figuris". En esa pieza ficticia, lo disonante correspondía al cielo, y lo armónico y tonal, al infierno (tal como escribe Mann en su diario, publicado póstumamente).

La ira de Schönberg

De todos modos, Adorno había imaginado las obras de Leverkühn valiéndose de una técnica compositiva que no le pertenecía tampoco a él. De ahí que Schönberg, su verdadero autor, después de leer Doctor Faustus, no sólo se sienta ofendido por la atribución de su invento al protagonista de la novela, sino que le exija a Mann justicia antes de que él piense en ofrecérsela. Para satisfacer el deseo de Schönberg de "verse protegido contra la incapacidad de los historiadores de la música de cualquier época" —según sus propias palabras—, en las ediciones posteriores a la de 1947, Mann incluye una nota, dirigida al lector, en la que lo informa de que "... el tipo de composición descripto en el capítulo 22, llamado técnica dodecafónica o serial, en realidad es la propiedad intelectual de un compositor y teórico contemporáneo, Arnold Schönberg, y fue transferida por mí (...) al héroe de la novela...".

Cuando Schönberg lee la nota, no puede creer que Mann "empequeñezca su obra y su figura" llamándolo "un compositor y teórico contemporáneo". Envía entonces una carta abierta al Saturday Review of Literature, en la que busca ajustar cuentas tanto con Mann ("... en dos o tres décadas se sabrá quién de nosotros dos fue el contemporáneo del otro...") como con Adorno ("... el asesor fue un alumno de mi fallecido amigo Alban Berg, el señor Wiesengrund-Adorno. Este se encontraba muy al corriente de los verdaderos detalles de la técnica y así estaba capacitado para darle al señor Mann una descripción bastante exacta de aquello que un lego —el escritor— necesitaba para hacerle creer a otro lego —el lector— que él entendía de qué se trataba...").

La revista le manda a Mann una copia de la carta, con el propósito de que la conteste, y Mann, a su vez, se la manda a Adorno. Schönberg se incorpora así como tema de la correspondencia. Tres años después, en 1951, a ambos los sorprende la muerte del compositor, sin que se hayan reconciliado con él en forma pública. De hecho, según Mann, fue el propio Schönberg el que le pidió que dejaran la reconciliación para cuando cumplieran ochenta años: mientras tanto, era mejor que el mundo pensara que seguían peleados, ya que lo que habían hecho con él seguía siendo incorrecto.

Mann y Adorno continúan escribiéndose hasta la muerte del escritor (1955). En los últimos años (entre 1950 y 1955) no vuelven a verse. Que en 1949 Adorno regrese a Alemania, mientras que Mann decide no hacerlo, se les vuelve tanto un obstáculo para el encuentro como un tema de conversación para las cartas, cada vez más espaciadas. La discusión sobre si había —o no— que volver a Alemania mantiene viva, en gran parte, la relación epistolar entre estos dos hombres que ahora se declaran por igual muy ocupados y que se disculpan, cada vez que se escriben, por el tiempo que pasó desde la última carta.

Para Mann, Adorno ya ha dejado de ser el ignoto filósofo que le presentaron los Horkheimer en aquella cena de 1943 y se ha convertido en un autor del que se "devora" cada libro que le llega. Para Adorno, Mann es un escritor al que sigue admirando, pero frente al cual se siente en condiciones de hablarle de igual a igual. En 1954 Mann y Adorno se escriben sólo dos cartas (en 1953, directamente, no se habían escrito). En una, Adorno se atreve a criticar —y no sólo a elogiar— La engañada, por entonces la última novela de Mann (así como Mann, en 1952, le había criticado a Adorno aspectos musicales del Ensayo sobre Wagner).

Si uno se pregunta al conocimiento de quién de los dos, de Mann o de Adorno, contribuye la lectura de esta correspondencia, la respuesta, sin duda, es "de Adorno" (de hecho, se la publica en alemán en 2002, como un tomo de su legado póstumo). Pero hay una información extra que los editores (Christoph Gödde y Thomas Sprecher) no incluyeron en el tomo, y que las biografías de Adorno —aparecidas en 2003, a los cien años de su nacimiento— enfatizaron: qué era lo que cada uno pensaba del otro y no se lo decía a él, sino a un tercero.

Cuando, en 1968, Erika Mann publica el último tomo de la correspondencia de su padre (la de los años 1948-1955), Adorno, obviamente, la lee, y encuentra allí dos cartas, dirigidas al historiador de la literatura Jonas Lesser, en las que se habla mal de él. Mann lo critica por presumir de su colaboración en Doctor Faustus, como si se considerara el coautor de la novela. Enterado así de que Mann no pensaba de él lo mismo que le decía en sus cartas, Adorno le escribe a un amigo: "me siento difamado desde la tumba". Erika —igual que su madre, Katia— detestaba a Adorno desde las épocas en que todavía era el consejero secreto del Doctor Faustus. La publicación de esas dos cartas quizá haya sido una venganza cruel y tardía contra alguien que le hizo sentir que se consideraba muy superior a ella y más digno de acaparar la atención intelectual de su padre. No obstante, en lo que respecta a la vanidad de Adorno, ninguno de los Mann se equivocaba
www.clarin.com
@Nessuna@
00lunedì 6 marzo 2006 01:33
El matrimonio como bien público

Los eruditos defienden el papel de esta institución en la sociedad

PRINCETON, Nueva Jersey, sábado, 4 marzo 2006 (ZENIT.org).- Cada vez se ataca más el papel del matrimonio como institución pública. En medio de las presiones por la legalización de los matrimonios del mismo sexo, el reconocimiento formal de las parejas de hecho, y el continuo problema de los divorcios, ya no queda claro para mucha gente el punto de vista tradicional sobre el matrimonio.

Pero un volumen de ensayo publicado hace poco recoge un impresionante arsenal de evidencias de eruditos de primer orden que defienden el matrimonio y sostiene que sirve al bien común. «The Meaning of Marriage: Family, State, Market, and Morals» (El Significado del Matrimonio: Familia, Estado, Mercado y Moral» (Spence Publishing) ha sido editado por Robert P. George y Jean Bethke Elshtain, profesores de la Universidad de Princeton y de la Universidad de Chicago, respectivamente.

Elshtain observa en el prólogo del libro que nadie se puede quedar al margen del debate del matrimonio, debido a la penetración que tiene en la sociedad esta institución. No obstante, el discurso sobre el futuro del matrimonio se ha vuelto un tema cada vez más displicente con grupos como las parejas del mismo sexo que piden el reconocimiento de sus «derechos».

Un tema subyacente en el libro, continúa, es la convicción de que alterar la institución del matrimonio tendrá consecuencias profundas y quizá no buscadas para nosotros mismos como individuos, y para la sociedad en general.

En todas las sociedades analizadas existe alguna forma de matrimonio, comenta en su capítulo el filósofo inglés, Roger Scruton. No sólo desempeña un papel vital en el traspaso del trabajo de una generación a otra, sino que también protege y cría a los hijos, es una forma de cooperación social y económica, y regula la actividad sexual.

Ligado desde hace mucho a la religión, el vínculo matrimonio se ha enfrentado en épocas recientes a una constante desacralización. Además, las presiones sociales que ataban al marido y a la esposa han disminuido hasta el punto de que se ha dejado atrás la comprensión cristiana del «hasta que la muerte nos separe», y ahora se asemeja más a un contrato a corto plazo.

De hecho, esta pérdida del aspecto religioso del matrimonio ha desempeñado un papel clave en su debilitamiento. Un voto sagrado es un compromiso mucho más fuerte que una promesa civil. Y poco a poco, el estado ha ido aflojando el vínculo conyugal, hasta el punto, sostiene, de que nos acercamos ahora a una «poligamia real». Pero estas uniones civiles rescindibles no pueden llevar a cabo las funciones tradicionales. De hecho, sirven principalmente a «amplificar la confianza en uno mismo de los miembros de la pareja», y no pueden garantizar la seguridad de los hijos.

¿Qué ocurre con los hijos?

El siguiente ensayo del libro examina, de hecho, el destino de los hijos. En su contribución conjunta, Don Browning, profesor emérito de la Universidad de Chicago Divinity School, y Elizabeth Marquardt, autora de un libro reciente sobre los efectos del divorcio en los hijos, consideran los efectos del matrimonio del mismo sexo en los niños.

Tocan el tema de los defensores del matrimonio del mismo sexo, y también la posición adoptada por el Tribunal Supremo de Massachussets cuando legalizó las uniones del mismo sexo. Sostienen que hacer de la relación sexual y del afecto el centro de la institución del matrimonio, ignorando sus fines generativos, es un error.

Y redefinir el matrimonio de esta forma deja de lado el principio de que los individuos que dan la vida a los niños deberían ser los únicos que los críen en una relación duradera. Los niños tienen derecho a sus padres y a sus familias, como incluso afirma la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas. También tienen el derecho de crecer en una sociedad donde las instituciones legales y culturales ayuden a asegurar que serán criados por los padres que los concibieron, sostienen Browning y Marquardt.

Las evidencias muestran de forma amplia que, de media, les va mejor a los niños que crecen con sus padres biológicos que quienes crecen con un solo progenitor o con padrastros. Existe poca investigación sobre el destino de los niños que crecen con parejas del mismo sexo. Pero, hasta ahora, la experiencia con formas alternativas de familia sugiere que estas uniones no serán capaces de duplicar las inversiones personales hechas en sus matrimonios por parejas casadas heterosexuales, y sus efectos resultantes positivos y de solidez, afirman los autores.

«Ofende a la justicia natural dejar de lado las necesidades de los niños, las tradiciones que han comprendido estas necesidades y la evidencia de las ciencias sociales contemporáneas», observan.

Más sano

Un vistazo más detallado a cómo el matrimonio protege a los hijos es el tema de la aportación de Maggie Gallagher. Autora de varios libros sobre el tema, Gallagher observa que el matrimonio:

-- aumenta la probabilidad de que los hijos gocen de una relación con sus padres cálida y cercana;

-- reduce la pobreza infantil; y

-- estadísticamente cría a niños más sanos, a los que también es más probable que les vaya bien en la escuela y logren terminar sus estudios.

En contraste, los niños que crecen fuera de hogares que no están basados en el vínculo matrimonial son más proclives al divorcio, tienen un índice mayor de consumo de fármacos de diferente tipo y de enfermedades mentales, y sufren de abusos cuando son jóvenes.

Gallagher reconoce que los estudiosos todavía debaten sobre la proporción de ventaja que otorga el matrimonio, y los mecanismos a través de los cuales se confiere. Pero no hay duda de que el matrimonio es mucho más que sólo un arreglo privado basado en emociones. Es también un bien social que influye profundamente en los hijos.

Algunos defensores del matrimonio del mismo sexo, observa, sostienen que hay evidencias que demuestran que los niños que crecen en estas uniones no sufren desventaja alguna en relación a los niños criados por parejas heterosexuales. Pero Gallagher apunta a estudios que han demostrado fallos metodológicos en las investigaciones presentadas por los defensores de las uniones del mismo sexo como pruebas para su causa.

Entre los problemas están el tamaño de los grupos estudiados, falta de estudios a largo plazo, y el hecho de que la gran mayoría de los estudios comparan a madres solteras lesbianas con madres solteras heterosexuales, y no con parejas casadas.

El factor económico
En su ensayo, Harold James, profesor de historia en Princeton, reflexiona sobre el papel económico de la familia. Observa que se ha prestado mucha atención a la interacción entre el estado y los mercados, pero relativamente poca al impacto de la familia en la economía.

La familia, apunta James, no es sólo una fuente de estabilidad, sino también de dinamismo, creatividad e innovación. Una mirada a la historia económica, y a la situación de muchos países de hoy, revela rápidamente la importancia de los negocios familiares. Más de las tres cuartas partes de las empresas registradas en el mundo industrializado son negocios familiares y, en Europa, algunas de éstas incluyen a algunas empresas verdaderamente grandes.

La economista Jennifer Roback Morse en su ensayo toca el tema del divorcio. El hecho de que el matrimonio se haya convertido en un contrato temporal no sólo tiene graves consecuencias sociales. También ha debilitado a la misma institución, haciendo más fácil sostener el matrimonio del mismo sexo, explica.

El matrimonio, explica Morse, es una institución que ocurre de forma natural y prepolítica y juega un papel vital de intermediación en la sociedad. Su debilitamiento lleva a que el estado tenga una mayor intervención en nuestras vidas. Esto tiene lugar a través de la ampliación de las actividades de asistencia social al tratar las consecuencias de las familias rotas. También incita al estado a creerse a sí mismo el árbitro de las estructuras conyugales y familiares, que pueden ser rehechas de cualquier forma que él quiera.

En consecuencia, la sociedad pierde el funcionamiento de una institución social vital – el matrimonio y la familia –, que antes actuaba como mediador entre los individuos y el estado, indica Morse.

La economista también compara el contrato matrimonial con un contrato de negocios. El divorcio en realidad es un divorcio unilateral, observa, donde un socio simplemente puede romper el matrimonio, privando al otro de cualquier posibilidad de contestar. Hay que imaginar el impacto sobre la economía, si esta fuera el tipo estándar de contrato de negocios, apunta Morse. ¿Cómo podríamos hacer negocios si la ley no hiciera distinciones entre quienes guardan los términos de un contrato y los que no lo hacen?
@Nessuna@
00sabato 11 marzo 2006 02:58
Mucha tinta ha corrido alrededor de la vida del francés Arthur Rimbaud. Pero la aventura literaria del poeta era el límite: en ella cifraron sus investigadores las cuentas de una poesía que a sus tempranos 19 años el autor de las Iluminaciones abandonó para siempre. Traspasar ese límite, con rigor casi detectivesco, es lo que Graham Robb, especialista en literatura francesa del siglo XIX, traductor también de Baudelaire, Balzac y Víctor Hugo, se ha propuesto en su Rimbaud (Tusquets, 2001), aparecida hace tres meses. El volumen, de más de 500 páginas, presenta un recorrido por los márgenes más oscuros del intenso trayecto vital cumplido en apenas 37 años por Rimbaud, trascendiendo también el fallido mito del eterno adolescente que siempre se le endilgó ("Un verdadero dios de la pubertad", dijo de él Breton). "Durante su trayectoria póstuma como simbolista, surrealista, poeta beat, estudiante revolucionario, letrista de rock, pionero del movimiento gay e inspirado consumidor de drogas, cuatro generaciones vanguardistas han visto en él una salida de emergencia de las convenciones". El inquietante comentario de Robb puede guiar esta lectura sobre un ángel que sentó a la belleza en sus rodillas. Y le supo amarga.

Iluminaciones - Flores:

Desde una grada de oro. -entre los cordones de seda, las gasas grises, los terciopelos verdes y los discos de cristal que se ennegrecen como bronce al sol.- veo a la digital abrirse sobre un tapiz de filigranas de plata, ojos y cabelleras.

Piezas de oro amarillo sembradas en el ágata, pilares de caoba soportando un domo de esmeraldas, ramilletes de satén blanco y finas varas de rubí rodean la rosa de agua.

Como un dios de enormes ojos azules y formas de nieve, el mar y el cielo atraen a las terrazas de mármol a la muchedumbre de jóvenes y fuertes rosas.

Iluminaciones - Democracia:

«La bandera va por el paisaje inmundo y nuestra jerga ahoga el tambor.
«En los centros fomentaremos la más clínica prostitución. Masacraremos las rebeliones lógicas.
«¡A los países sazonados y empapados! -al servicio de las más monstruosas exportaciones industriales o militares.
«Hasta la vista, aquí, no importa dónde. Reclutas de buena voluntad, nuestra filosofía será feroz; ignorantes para la ciencia, hábiles para el confort; que el resto del mundo reviente. Es la verdadera senda.
¡Adelante, en marcha!

Poemas
Arthur Rimbaud


VOCALES

A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales,
diré algún día vuestros nacimientos latentes:
A, negro corsé velludo de las moscas brillantes
que zumban alrededor de hedores crueles,

golfos de sombra ; E, candor de los vapores y de las tiendas,
lanzas de los glaciares orgullosos, reyes blancos, escalofríos de umbelas;
I, púrpura, sangre escupida, risa de labios bellos
en la cólera o en las borracheras penitentes;

U, ciclos, vibraciones divinas de los mares verdosos,
paz de las dehesas sembradas de animales, paz de las arrugas
que la alquimia imprime en las grandes frentes estudiosas;

O, supremo clarín lleno de estridencias extrañas,
silencios atravesados por mundos y por ángeles:
-O el Omega, ¡rayo violeta de sus ojos!

SENSACIÓN

En las tardes azules de verano, iré por los senderos,
picoteado por los trigos, pisoteando la hierba menuda:
Soñador, sentiré la frescura en mis pies.
Dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda.

No hablaré, no pensaré en nada:
Pero el amor infinito montará en mi alma,
e iré lejos, bien lejos, como un bohemio,
por la naturaleza, –feliz como con una mujer.

(Marzo 1870)



UN SUEÑO PARA EL INVIERNO

En el invierno, iremos en un pequeño vagón rosa
con cojines azules.
Estaremos bien. Un nido de besos locos reposa
en cada rincón mullido.

Tú cerrarás los ojos, para no ver, tras el cristal,
gesticular a las sombras de la tarde,
esas monstruosidades malignas, populacho
de demonios negros y de lobos negros.

Entonces sentirás la mejilla arañada...
un pequeño beso, como una araña loca,
te correrá por el cuello...

Y tú me dirás: «¡Buscala!» inclinando la cabeza,
–Y nos tomaremos tiempo para encontrar a esa bestia
–que es muy viajera...


LA ESTRELLA LLORÓ ROSA

La estrella lloró rosa al corazón de tus orejas,
el infinitó rodó blanco de tu nuca a tu espalda,
el mar adornó con perlas rojas tus senos bermejos
y el hombre sangró negro en tu flanco soberano.


EL DURMIENTE DEL VALLE

Es una hondonada de verdor donde canta un río
prendiendo locamente en la hierba jirones
de plata; donde el sol, de la montaña orgulloso,
brilla: es un pequeño valle que riela de luz.

Un soldado joven, boquiabierto, la cabeza desnuda,
y la nuca bañada por el fresco berro azul,
duerme; está tendido sobre la hierba, bajo el cielo,
pálido sobre su lecho verde donde llueve la luz.

Los pies en los gladiolos, duerme. Sonriente
como sonreiría un niño enfermo, está soñando:
Naturaleza, acunalo con calor, tiene frío.

Los perfumes no hacen vibrar sus orificios nasales.
Duerme bajo el sol, la mano sobre su pecho,
tranquilo. Hay dos agujeros rojos en su costado derecho.

(Octubre 1870)


EL MAL



Mientras los escupitajos rojos de la metralla
silban todo el día en el infinito del cielo azul;
mientras escarlatas o verdes, junto al rey burlón
se desploman en masa los batallones bajo el fuego;

mientras una espantosa locura machaca
y hace de cien millares de hombres una pila humeante
- ¡Pobres Muertos!, en el verano, en la yerba, en tu alegría,
¡Oh, Naturaleza!, tú que hiciste a estos hombres santamente-,

Hay un Dios que se ríe de las telas adamascadas
de los altares, del incienso, de los grandes cálices de oro;
un Dios que con el balanceo de los hossanas se duerme

y sólo se despierta cuando algunas madres, recogidas
en su angustia y llorando bajo su vieja toca negra,
le dan una perra gorda liada en su pañuelo.

[Modificato da @Nessuna@ 11/03/2006 3.17]

@Nessuna@
00sabato 11 marzo 2006 16:55
Recuerdo obligado

El Diurnal de JAI


Hay muchas cosas de las que en un día como hoy podríamos hablar y opinar pero el triste aniversario de la masacre de Atocha de hace dos años obliga a que, al menos, tengamos un recuerdo, una reflexión y una oración por todas las víctimas de la mayor barbarie de los últimos tiempos vivida en España. Y hacerlo, además, con todo el dolor de entonces pero también con todo lo descubierto, lo debatido, lo investigado y, por desgracia, también con todo lo que aún nos queda por saber.
A lo largo de estos dos años hemos podido ir viendo, paulatinamente, como las pesquisas policiales iban pasando de unas suposiciones a otras certezas y como, posteriormente, pudimos asistido a una comisión de investigación que, al parecer, dejó satisfechos a unos políticos y muy insatisfechos a otros y que ponía su punto final con la intervención de Pilar Manjón que, se esté de acuerdo con ella en sus actuaciones o no, a todos nos encogió el corazón por su profunda humanidad.
Dos años después se sabe que los autores del atentado fueron fanáticos islamistas radicales pero aún hay muchas dudas de lo que en realidad se pretendía con ello: ¿castigar a España por colaborar con la invasión de Irak?, ¿hacerse presente en la campaña electoral que entonces se estaba viviendo?, ¿matar por matar de forma indiscriminada?. Eso es algo que aún no parece claro aunque para unos, los responsables actuales de la investigación, casi todo este descubierto y para otros, los responsables de entonces, no haya que buscar a los responsables intelectuales "ni en montañas remotas, ni en desiertos lejanos".
Los terribles atentados del 11-M han servido para crispar el ambiente político, para generar mas enfrentamientos dialécticos y, no pocas veces, para usarlos como arma política contra el adversario. Y eso por parte de todos. Incluso ha habido ocasiones en las que las propias asociaciones de victimas han estado, sino dentro, muy cerca de participar de este juego de la utilización política y partidista de los terribles asesinatos de Atocha.
Mientras tanto los importantes, las victimas, que ya nada pueden decir y sus familiares en su nombre parece que en muchas ocasiones han pasado a un segundo plano.
Sabemos que nada puede en este mundo devolver la vida a quienes les fue arrebatada de forma aleatoria mientras acudían, como un día normal, a sus estudios o a sus puestos de trabajo pero la sociedad no puede olvidarles porque si su sangre, derramada injustamente sobre las vías de los trenes, no nos hace reaccionar de forma unánime contra todo lo que signifique el menor atisbo de acto terrorista, habrán muerto en vano y eso sí que sería imperdonable.
Frente al terrorismo del tipo que sea, islámico o casero, no cabe ninguna justificación ni ideológica ni política porque si algo nos ha demostrado la forma de actuar de quien mata de esta forma es que casi nunca ataca a los responsables políticos e ideológicos del estado, teóricamente “sus enemigos”, sino a sus victimas más inocentes, a personas de la calle sin ninguna responsabilidad ni social, ni política ni gubernamental.
Hoy, por más que se quiera olvidar y pasar página, es difícil no acordarse y rezar por quienes una buena mañana perdieron su vida en los llamados “trenes de la muerte”.

“Aunque el justo sufra muchos males
de todos los libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará” (Salmo 33)
@Nessuna@
00domenica 12 marzo 2006 23:33

El valor de lo invisible
La Nueva España

JOSÉ MANUEL GARCÍA
Hace un par de días se celebro en el mundo entero el 8 de marzo, el Día de la Mujer Trabajadora. Por curiosidad, leí despacio un cartel a todo color que hacía referencia a este evento. Estaba editado por los concejos de Laviana, San Martín y Langreo. No nos largaba reflexiones ni discursos. Nos hablaba sin palabras. Enumeraba las tareas del ama de casa, lo que tiene que realizar con más frecuencia. Hacer la cama, la comida; llevar al crío al médico, a la gata al veterinario; limpiar los zapatos, aspirar el polvo, fregar los cacharros, poner la mesa... Pasaba de cien el número de quehaceres que le esperaban al ama de casa cada mañana.

Las actividades que tienen que realizar las amas de casa suelen pasar desapercibidas al género masculino. Normalmente, a esas actividades no se les considera trabajo. Pregunta por ahí a alguna amiga, a alguna vecina, dónde trabaja y, si sólo trabaja en casa, te dirá que ella no trabaja, que ella hace las labores de la familia. La realidad pura y dura es que pasa entre los pucheros y las bayetas horas y horas sin que nadie se lo agradezca. Los políticos de todos los colores, a la hora de pedir el voto, con frecuencia hacen alusión a la necesidad de que a las amas de casa se les asigne una cantidad mensual. La idea es buena. La aprueban por mayoría todos los políticos, pero, pasadas las elecciones, todo se queda en nada. No obstante, se va avanzando pasito a pasito, lo importante es que la marcha, aunque sea corta, no se detenga.

Esta fiesta reivindicativa no es de hoy. Nació el 8 marzo del año 1908 en EE UU, cuando los dueños de Cotton Textile, en un incendio, cerraron las salidas y murieron abrasadas 129 mujeres. Desde entonces, el Día de la Mujer Trabajadora se celebra en todos los rincones del mundo.

Las mujeres sin ninguna carrera lo tienen muy crudo. De cien cargos presidenciales y de directores generales, sólo uno está desempeñado por una mujer. Aun sin querer, las leyes, las normas, sin duda, que se inclinarán más a favor del sexo masculino. A igual trabajo, igual salario. No debe ser tan fácil establecer esa igualdad. Recuerdo ahora a tres chicas extrayendo sangre para el Sintrom en Riaño. Rapidez, delicadeza, finura y la sonrisa en los labios. Líbreme Dios de establecer comparaciones, No sé si la igualdad llegará a esos extremos, si este trabajo lo realizarían con esa perfección manos masculinas. No sé si eso se tendrá en cuenta.
El ramo de la enseñanza y el de la enfermería están prácticamente en manos femeninas de hace unos años acá. En organismos públicos es más fácil llegar a la igualdad económica. Filosóficamente pensando, el hombre y la mujer son iguales. El que uno sea alto, bajo, guapo o feo es totalmente accidental. Eso no cambia la esencia de las personas.
Desde hace muchos años, se viene luchando porque el acercamiento sea una realidad. La independencia económica proporciona libertad. Puedo vivir por mi cuenta, puedo vivir a mi aire...

Hasta el domingo, si Dios quiere. El cura de Barros.
@Nessuna@
00lunedì 13 marzo 2006 18:09
El secreto mensaje cristiano de Leonardo da Vinci

Entrevista con el filósofo Giuseppe Fornari

ROMA, lunes, 13 marzo 2006 (ZENIT.org).- Aunque sobre la genialidad de Leonardo da Vinci no hubo nunca dudas, su vida y sus obras han sido a menudo objeto de interpretaciones malévolas.

Algunos libros le presentan como un increyente y homosexual, que por este motivo estaba amenazado por la Iglesia, otros, como «El Código da Vinci» de Dan Brown hace de él un maestro de esoterismo.

Con el deseo de poner las cosas en su sitio acaba de publicar en italiano un libro el filósofo Giuseppe Fornari, con el título « La belleza y la nada. La antropología cristiana de Leonardo da Vinci» («La bellezza e il nulla. L'antropologia cristiana di Leonardo da Vinci», editorial Marietti).

Para profundizar en el argumento, Zenit ha entrevistado al profesor Fornari.

--Varios autores han difundido la idea de que Leonardo da Vinci era un «naturalista» lejano o incluso opuesto al pensamiento y la cultura católicos. Con su libro, usted sostiene justo lo contrario. ¿Puede explicarnos por qué?

--Fornari: El principal error, cometido por ejemplo por Sigmund Freud, está en atribuir a Leonardo una visión naturalista análoga a la de la ciencia de los siglos XIX y XX. No podría haber una deformación más desviada de su pensamiento. Leonardo es ya un moderno, porque a sus ojos la naturaleza es un inmenso conjunto de fuerzas y fenómenos que el hombre debe tratar de conocer, y sobre la que tiene el derecho de intervenir, allí donde es posible.

La gran diferencia respecto a la visión que prevalece hoy, es que para él estas fuerzas son de carácter íntimamente espiritual, entendiendo por espíritu una energía y finalidad que no es material, que está dentro de la misma naturaleza, y remite a un origen trascendente.

Y una visión semejante no sólo no está en contradicción con la católica, sino que más bien la corrobora del modo más penetrante. Ciertamente se trataba de una visión demasiado avanzada para la época, como nos documentan las incomprensiones de Giorgio Vasari [célebre sobre todo por sus biografías de artistas italianos ndr.], preocupado porque las investigaciones científicas de Leonardo lo podrían haber llevado a posiciones religiosamente escépticas y herejes. Se trata por tanto de un prejuicio antiguo, que se funda esencialmente en una incomprensión.

--En su opinión, ¿cuáles son las obras pictóricas en las que Leonardo expresa su afinidad con la cultura y la teología cristianas?

--Fornari: Sin duda, en todas sus obras de tema religioso, se ve una maduración creciente que encuentra la plenitud de su madurez en la «Adoración de los Magos». Una constante en tales pinturas es la meditación sobre la realidad y centralidad del sacrificio, aceptado por Cristo para la salvación de la humanidad, una meditación que le venía de la tradición y de las sugerencias de los teólogos con quienes contactaba de vez en cuando, pero que Leonardo profundizó cada vez más a la luz de experiencias personales difíciles, marcadas por su condición de hijo ilegítimo. Todo esto le llevó a dar una interpretación de conmovedora verdad y profundidad a los grandes temas de la encarnación, la paternidad de Dios y la maternidad de María.

Le voy a poner sólo un ejemplo que me ha impresionado especialmente durante la preparación del libro: la «Madonna Benois» conservada en el Hermitage de San Petersburgo. En esta obra, todavía juvenil, vemos a una María casi niña, que mira con una sonrisa llena de alegría ingenua, y con una melancolía secreta, apenas insinuada, al Niño que tiene entre los brazos, absorto en la contemplación de una flor, símbolo de su futura crucifixión. Es una escena que se carga de connotaciones conmovedoras si pensamos que el pequeño Leonardo fue separado, cuando era todavía pequeño, de la jovencísima madre natural, Catalina, obligada a casarse, con un matrimonio reparador, y a dejar al pequeño «Lionardo» en la casa del padre.

¿Cómo no pensar en la reelaboración sapientemente filtrada de una experiencia traumática, que Leonardo conocía ciertamente por su misma madre, además de por las propias cicatrices emotivas? En esta especie de «flashback» se puede medir la cercanía de Leonardo con el contenido más íntimo del mensaje cristiano, a través de la reelaboración cognoscitiva de su propia experiencia.

--Usted asegura que para Leonardo la belleza artística es el medio por el que el hombre se une con Dios. ¿Puede ilustrarnos este concepto?

--Fornari: Es un argumento articulado y complejo, porque para reconstruirlo debemos unir observaciones explícitas de Leonardo con lo que se puede deducir de otros testimonios, y sobre todo de sus mismas obras. Leonardo parte de una visión que se remonta al menos parcialmente al platonismo florentino, según el cual, la belleza pertenece a una esfera ideal, superior a la corrupción del mundo material, pero esta reflexión está preñada de implicaciones nada consolantes. La misma prodigiosa facilidad con la que él sabía plasmar esta «divina belleza» debe haberle puesto en guardia. Su enorme talento le daba en efecto también el poder de usarlo para otros fines, como la vanidad, la ambición, la sensualidad.

La belleza del arte es por tanto ambigua, y depende de la manera en que respondemos con nuestra libertad a su ambigüedad: si optamos por su orientación auténticamente espiritual, o si nos quedamos en una visión más equívoca. Creo que esta meditación sobre la ambivalencia de la belleza, y sobre el reclamo que constituye para nuestra libertad, se convirtió en un tema cada vez más importante en la carrera de este artista.

La única vía de salida es la misma imagen de Cristo. Aceptando ser igual a nosotros y morir por nosotros, nos muestra la única solución: la aceptación del sufrimiento y del sacrificio por amor a los demás. De este modo, a través de él, podemos resurgir, y la belleza del mundo, que parecía y estaba destruida, por medio del amor resucita. La imagen de Cristo hace realidad la imagen y semejanza con Dios, por quien hemos sido creados y la belleza de Cristo se revela como la belleza del cuerpo resucitado, de la creación llevada a la redención. Con el mismo Dios, que se hace nuestra imagen, nosotros mismos nos convertimos en su imagen. Creo que es éste el secreto del arte cristiano más grande, el secreto del arte de Leonardo.
@Nessuna@
00lunedì 13 marzo 2006 18:42
La sociedad y el índice de audiencias de la tele

El Diurnal de JAI
blogs.periodistadigital.com/eldiurnaldejai.php

El tener que hacer un alto forzoso en la rutina de cada día siempre deja paso a tener tiempo para poder hacer aquello para lo que uno, normalmente, no lo tiene. Pero cuando el tiempo fuera de la normalidad se extiende uno acaba cayendo también en el aburrimiento que te lleva a dejarte envolver en las redes de la distracción fácil y cómoda de la televisión. Y digo de antemano que en la televisión hay cosas, series, programas que me gustan y que veo con agrado, aunque sean una minoría. Pero eso es también normal, para gustos se hicieron colores y la gran variedad de cadenas da para elegir aquello que uno, en un determinado momento, quiera ver. Aunque es cierto también que habrá ocasiones, y más de una, en la que entre más de veinte canales no se encuentre nada a gusto de uno.
Pero lo que, quizás por lo poco que antes los había visitado, realmente me ha llamado la atención son los programas o magazines, o como se suelan llamar, en lo que los temas, apodados del corazón, ocupan un amplio espacio.
Desde tiempo inmemorial existen las revistas del corazón muchas veces relegadas a un público femenino pero que también, aunque con discreción, solían ser vistas de reojo por los hombres, aunque ya digo, con mucho disimulo. Siempre interesó saber las andanzas del artista famoso de turno, del cantante que envolvía con su voz o del torero que se jugaba la vida en la plaza. La sociedad se interesaba por sus amoríos, por sus finanzas, por las fiestas a las que solía concurrir y junto con los grandes de España o las familias reales ocupaban las páginas de revistas que hoy ya son parte de la historia periodística de España.
Pero a ese legítimo interés por el mundillo del corazón ha ido sucediendo en los últimos años un interés morboso, zafio e incoherente no por aquellos que son famosos por su arte, sus proezas o su alcurnia, bien o mal llevada, sino por personas que de la noche a la mañana participan en algún concurso, comienzan a vender su vida ante las cámaras y desde ahí van tejiendo historias de amores y desamores que, al parecer, vende, eleva audiencias y se convierte en el punto central de todos esos programas del corazón.
Pero lo más llamativo, y a la vez lo más preocupante, es que esos programas y esos “personajes” existen, tienen éxito, ganan dinero y se hacen “famosos” (como hoy se es famoso) porque a la gente que, como yo, ve la tele, le interesa, sube las audiencias y genera beneficios a las cadenas de televisión.
Uno no puede menos de conclui entonces que, sí eso es así tenemos, por mala que sea, la televisión que nos merecemos, que queremos y que, además, consumimos. Aunque no es menos cierto que muchas veces se consume y se traga aquello en lo que nos educan, aquello que nos proponen y que con poco criterio acabamos haciendo nuestro.
No me gusta muchas de las cosas que hoy nos ofrece la televisión actual. Salvando alguna serie, algún concurso, algún informativo, algún programa documental, divulgativo o de investigación y debate... ¿qué más hay interesante?. Poca cosa. ¿Hay algo que realmente sea educativo y constructivo para la edificación de la persona?
Se que en algunas cosas soy un nostálgico pero, por poner un ejemplo, soy un amante del teatro. A nivel aficionado actué, dirigí e incluso llegue a escribir algunas obrillas y en esa nostalgia no puedo menos de acordarme de que, ya desde muy niño, crecí con aquellas famosas obras y novelas de un programa que se llamaba Estudio-1. Tan solo, por aquel entonces, había dos cadenas pero ¡cuánto disfrute con ellas!.

“Ya habéis visto cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí. Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Ex 19, 4-6)
@Nessuna@
00venerdì 17 marzo 2006 03:11
Los Incas

(1450 - 1553)

Durante el Intermedio Tardío proliferaron pequeñas organizaciones curacales, llamadas señoríos por los investigadores, por los toda el área andina. Si bien durante esta misma época estos señoríos coexistieron con organizaciones más complejas como los Chimú, ninguna resaltaba en especial, a no ser por ciertos vestigios anecdóticos y particulares de la zona andina. Nada hacía presagiar que de entre estos curacazgos, uno del Cuzco se haría el más famoso de todos: el de los Inca.

Los Inca para el siglo XII eran un pequeño grupo tribal que ocupaba la cuenca del Cuzco, evolucionando hacia señorío a inicios del siglo XIV y formando un Estado recién para el siglo XV. Fue allí que grupos como los Chanca empezaron a constituir una amenaza. Al parecer se libró una batalla, con lo cual se refuerza una idea de un grupo preparado para la guerra, el cual después sería uno de los principales caracteres de la expansión: administrativa, militar y cultural. Este carácter bélico de los Incas puede encontrar su origen en la expansión Huari, en su intento por conquistar el valle del Cuzco, mantuvo a la etnia originaria de los Inca en una alerta constante. Esto los fortaleció y les permitió atacar a los Chanca. Pero no sólo esto recibieron de los Huari, pues también aprendieron de su tipo de organización, la cual después reprodujeron a gran escala en el Tahuantinsuyo.

Lamentablemente no contamos con información confiable para relatar cómo fue esta expansión incaica, quedándose la historia trunca, entremezclada con el mito y con la leyenda. El trabajo de los arqueólogos en este sentido está en deuda, más aun si se cuenta con gran número de vestigios arqueológicos, como en este caso.

Tentativamente, los investigadores han usado las siguientes fechas para delimitar el desarrollo de los incas: Hacia el año 1200 d.C. se estableció el Estado Inca, en 1438 aproximadamente ocurrió la coronación de Pachacútec, y de ahí habría comenzado la vertiginosa expansión incaica hasta el momento de la llegada de los españoles, en 1532.

De los Huari heredaron una organización muy compleja, los caminos, las construcciones de piedra y por sobre todo la idea imperial. De los Chimú, quizá la cultura más poderosa y compleja hasta su contacto con los Incas, heredaron la divinización del mandatario y de su entorno, y la existencia de una jerarquía administrativa. El tema de la dualidad incaica lo encontramos en una tradición que no puede ser atribuida a una sola etnia, y parece que fue una institución bastante arraigada del área andina.

Para finalizar queremos enfatizar que si bien los Incas recibieron gran parte de las tecnologías e instituciones que luego utilizó y expandió, el enorme territorio que lograron administrar política y comercialmente, así como los impresionantes monumentos que han hecho a esta cultura mundialmente famosa, es prueba de una sorprendente capacidad organizativa que va más allá de la simple reproducción de tecnologías e instituciones. En ese sentido los Incas no copiaron, sino aprovecharon lo aprendido para mejorarlo y potenciarlo.
www.educared.edu.pe/estudiantes/historia1/incas.htm
@Nessuna@
00venerdì 17 marzo 2006 20:10
Crisis del trabajo, la religión y la política entre los jóvenes vascos

RD

Jueves, 16 de marzo 2006

Un estudio realizado por el Gobierno vasco "fundamenta empíricamente la crisis relativa del trabajo, religión y política" entre los jóvenes vascos, bajo el título 'Hacia una nueva cultura de la identidad y la política. Tendencias en la juventud vasca', que forma parte de la colección Gazte Plana, editada por el Departamento de Cultura.

Durante la presentación del estudio financiado por la Consejería de Cultura del Gobierno vasco y desarrollado por el Centro de Estudios sobre la Identidad Colectiva del Departamento de Sociología 2 de la UPV/EHU, el director de Juventud y Acción Comunitaria, Xabier Sánchez, ha indicado que el Observatorio Vasco de la Juventud, tiene por objetivo abordar la realidad juvenil desde una "perspectiva global en doble sentido".

En este sentido, Sánchez ha señalado que en el estudio se trata de reflejar las múltiples temáticas sociales en las que está implicado la juventud, como "la situación laboral, educación, formación, vivienda, salud, acción social, cultura y ocio". Asimismo, según ha dicho, se pretende también recoger las distintas perspectivas teóricas y metodológicas para el análisis de la realidad social en general y el mundo juvenil.

Asimismo, el informe da prioridad a la manifestación de determinadas experiencias sociales por las que atraviesa la juventud vasca, como "el activismo social, la socialidad en cuadrillas, los proyectos musicales, el patrimonio cultural, el ocio el fin de semana y las nuevas tecnologías", entre otras cuestiones.

Por su parte, el presidente de honor del Centro de Estudio sobre la Identidad Colectiva, Alfonso Pérez, ha indicado que este estudio es una "investigación exploratoria" de las nuevas formas en que los jóvenes vascos responden a una situación en la que los dispositivos institucionales de la sociedad "no cumplen en muchos casos" las funciones que tienen asignadas.

Respuesta propia y creativa

Pérez ha explicado que este estudio está centrado en ciertos sectores que "han mostrado capacidad para tener una respuesta propia y creativa". Por lo tanto, es una mirada hacia los jóvenes para ver cómo algunos "son capaces" de intentar transformar la situación objetiva en la que se encuentran.

Según Pérez, desde el punto de vista simbólico la "religión no funciona" ya que en Euskadi es el único sitio donde las nuevas generaciones todavía siguen descendiendo en su religiosidad con respecto a España. En concreto, la política en el sentido más institucional y convencional del término, "es algo que ha sufrido una baja importante en el País Vasco aunque no obstante, seguimos siendo una sociedad sobrepolitizada en relación a la media española".

También ha asegurado que como en toda la sociedad española, el pasaje de joven a adulto y el mundo de la pareja "se han desistitucionalizado". "Si miramos a nuestros jóvenes no sabemos cuando acaban sus estudios, salen de la Universidad pero volverán a entrar porque no tendrán trabajo, van y vuelven, con la pareja les pasa lo mismo, la religión no les conforta, el mercado de trabajo tampoco" .

Por otra parte, Pérez ha asegurado que los sociologos se han equivocado al hablar de la prolongación de la juventud. "Es incierto, estamos manteniendo una parte muy importante de gente que ya tendría que estar pasando de joven a adulto".

Fabricar una profesión

"Como no funcionan las instituciones que ordenan esa sociedad, la juventud esta muy fragmentada. Algunos están en la búsquedad de locales para encerrarse con sus cuadrillas, otros, dada la situación de inestabilidad del mercado de trabajo, deciden fabricarse su propia profesión desde su propia afición, es decir gozar y ganar dinero al mismo tiempo".

Pérez, además, ha explicado que se está pasando de una sociedad en la que se vivía para trabajar, a una en la que se trabaja para vivir. Para esto, ha señalado que la mujer es "más flexible y plástica", ya que está más acostumbrada y preparada porque siempre está pendiente de otros mundos a los que se les da tanta importancia como el trabajo.
Questa è la versione 'lo-fi' del Forum Per visualizzare la versione completa clicca qui
Tutti gli orari sono GMT+01:00. Adesso sono le 21:47.
Copyright © 2000-2024 FFZ srl - www.freeforumzone.com